HABANA (Juliantina)

LA LINDA MULATICA

   Valentina daba vueltas en la cama sin poder conciliar el sueño, para colmo cada vez que lograba dormirse aun que sea unos minutos, la mulata aparecía en su sueño, se estaba volviendo loca en realidad, cómo podía ser eso posible?, era irónico entender que soñaba con la persona que le estaba quitando el sueño.

    Sintió que Greta se había despertado así que se tragó su orgullo y con la mayor de las vergüenzas fue al encuentro de la gorda, está al verla se asombró, la turista no acostumbraba a aparecer así sin avisar en su habitación, al parecer ya se estaba adaptando a las costumbres cubanas., pensó la gorda
Valentina-Greta... ejem yo quería... yo quería—la gorda estaba conteniendo la risa, esto sí que era nuevo, la escritora balbuceando—haces un buen trabajo como guía y yo estoy muy agradecida, no tengo ninguna queja pe...—interrumpida
Greta-pero quieres que sea la mulata la que te la enseñe ahora—la turista abrió bien grande los ojos, tan evidente era?. Greta no tenía problema con eso, después de todo no tendría que ser ella quien renunciará ser la guía de la turista, ya que la mulata le había pedido que lo hiciera, esas dos estaban hasta las trancas y las únicas que no se daban cuenta eran ellas mismas.

Valentina-no se preocupe, yo le seguiré pagando, tengo palabra ante todo—realmente la gorda estaba agarrándole cariño a la turista, de no ser así hubiera accedido a seguir cobrando, esas oportunidades en Cuba no se daban muy seguido
Greta-eres muy tierna ojitos bellos, muchas gracias, pero no lo puedo aceptar—Valentina frunció el ceño, eso sí que no se le esperaba, tenía entendido que por la necesidad del país los cubanos eran movidos solo por el dinero en muchas ocasiones
Valentina-porqué?—Greta agarró su cartera y antes de salir por la puerta le respondió
Greta-esta claro no?, cómo cobraré por un trabajo que no haré—la turista agradeció ese gesto de la gorda, no la tenía como una persona honrada precisamente, tampoco como una mala persona, realmente debía dejar de suponer cosas de las personas sin antes conocerlas o tendría problemas.

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   Ese mismo día la turista tenía clases en la academia, otro día más que entre ella y la mulata saltaban las chispas en la clase. Cuando la práctica acabó Juliana fue a la oficina para cambiarse, tenía la esperanza que al salir la turista todavía siguiera allí, no había hablado con Greta así que no sabía si ya Valentina tenía conocimiento que su guía a partir de ahora sería ella. Efectivamente cuando salió vió a la turista en la puerta, respiró profundo y fue hacia a ella, antes de llegar ya Valentina se había dado cuenta que la mulata iba hacia ella entonces se adelantó en hablar.

Valentina-podemos hablar un minuto?—la mulata sonrío
Juliana-últimamente hablas mucho escritora—Valentina chequeó que el lugar estuviera totalmente vacío y cuando se cercioró de eso la agarró por la cintura para luego atacar sus labios con fervor, como si no hubieran pasado solo horas desde la ultima vez que lo hizo. Juliana se entregó a ese beso sin problemas, le encantaba que la turista fuera así
Valentina-le pedí a Greta que dejara de ser mi guía—dijo aún con sus brazos al rededor de la cintura de la mulata que carcajeó internamente
Juliana-y a que se debe ese cambio?, recuerdo muy bien cuando dijiste que eras una mujer de palabra y que nunca prescindirías de ella—dijo con una media sonrisa en sus labios que la turista pudo distinguir, la pegó mucho más fuerte a ella y habló
Valentina-no juegues Juliana, sabes perfectamente porque lo hice—Juliana le lamió ambos labio, le encantaba cuando la turista le habla así y decía su nombre de esa manera
Juliana-no lo sé—dijo con voz sensual para luego volverle a lamer los labios
Valentina-si lo sabes—dijo de la misma manera pero seria como ya era habitual en ella, también intentó lamerle los labios pero la mulata la esquivó para acercarse a su oído.

Juliana-dímelo, quiero escucharlo—la turista apretó los ojos, la intentó besar nuevamente pero otra vez fue rechazada, se resignó, otra batalla que perdía con la mulata
Valentina-por ti—la escritora aún no comprendería lo que esas palabras significaban para Juliana. La mulata estaba intentado llevar a la turista al límite, pero sin darse cuenta también se estaba llevando a ella misma, aún así no pensaba parar
Juliana-te lo dije—Valentina la maldijo mentalmente, esa mulata estaba haciendo con ella lo que quería, acaba de romper su palabra, sus principios por primera vez y estaba segura que no sería la ultima
Valentina-así será cada vez que pase algo que dijiste que pasaría?—la mulata asintió entre risas, salieron de la academia y comenzaron a caminar, bueno la turista seguía a la mulata, tenía unas buenas vistas de su trasero así que no pretendía dejar de seguirla, luego de un rato caminando quiso preguntar—a donde vamos?—Juliana se volteó y respondió
Juliana-estás lista para conocer la verdadera Habana escritora?—la turista tragó en seco, estaba ansiosa por descubrir esa supuesta "verdadera Habana", pero sintió un fuerte escalofrío porque temió con lo que se podía encontrar.