CELOS

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   No eran celos, amor, si no exigencia de tu plenitud, de tu totalidad. Ahora ya te he arado entera, te he sembrado entera, te he abierto y cerrado, ahora eres mía. Para siempre!

                                              Pablo Neruda

Valentina-Juliana... necesito hablar contigo
Chico-ahora está ocupada—Valentina ni lo miró, pero a la mulata si, de arriba a abajo para luego hablarle nuevamente
Valentina-necesito., hablar., contigo—dijo cada palabra como si las estuviera separando en sílabas, para ver si así entendía que a parte de quería hablar, también se estaba molestando, más. Juliana sonrió, no lo podía evitar
Juliana-estoy ocupada, ya se lo dijo mi amigo—volvió a sonreír y Valentina ya estaba perdiendo la paciencia
Valentina-está bien, te esperare aquí mismo—dijo y sin darle la espalda se recostó a la pared con los brazos cruzados y sin dejar de mirarla. Juliana continuó bailando, ahora mucho más pegada al tipo.

Valentina lo estaba asimilando como podía, si su semblante normalmente era serio en ese momento lo estaba más, era una mezcla de cara de limón con naranja ácida. Una chica que estaba invitada en la fiesta se le acercó muy cariñosa pero la turista no le quitaba los ojos de encima a la mulata, que al ver a la resbalosa de la chica esa, puso sus manos al rededor del cuello del hombre y se acercó a él con la intención de besarlo, Valentina no lo soportó más, apartó a la chica que tenía encima y fue hasta la mulata, la jaló del brazo y la llevo lejos de todos.

El chico iba detrás de ellas pero Camila lo detuvo. Cuando Valentina advirtió que estaba lejos de la vista de todos se detuvo y puso a Juliana contra la pared, aquella maldita mujer seguía sonriendo
Valentina-que te causa tanta gracia?
Juliana-ahora me tutea señorita?, donde dejó esa decencia que la caracteriza?—dijo mientras se llevaba a la boca un trago de algo que estaba tomando. Valentina se lo quitó y lo tiró por algún lado de ese lugar
Valentina-conmigo no quieres hablar, pero con el primero que aparece te pones a bailar?—reclamó como niña pequeña
Juliana-celosa?—Valentina no titubeó para responder
Valentina-si—eso Juliana no lo vió venir, pensaba que lo negaría como siempre. Valentina acercó sus labios a los de ella, con una de sus manos tomó la nuca de Juliana con posesión haciendo que sus frentes quedaran pegadas y habló—siento celos de que te miren, de que otros te puedan tocar, de que otros te puedan besar, de que otros puedan disfrutar de tu tiempo, siento celos de tus sábanas y de tus almohadas porque ellas pueden pasar las noches enteras contigo mientras yo me muero de celos sola en mi cama, siento celos y envidia de todos lo que te rodean porque yo no soy una de ellos, si Juliana, estoy muy celosa—terminó el discurso y se lanzó a sus labios, Juliana se perdió desde que le dijo que sentía celos, por un segundo pensó, que la turista no dominaba el mundo con sus palabras porque no quería, también se preguntó porque no hablaba más.

   Estaban cerca de la escalera que daban a la habitación de Camila así que la turista la cargó y dando tumbos logró llegar a la habitación, se dejó caer en la cama mientras Juliana desesperadamente intentaba quitarse su propia blusa, Valentina la detuvo, se levantó y en un minuto se desvistió, luego volvió a donde Juliana.

Valentina-hoy la ropa te la quitó yo—Juliana explotaría con tan solo escucharla, definitivamente le habían cambiado a la turista. Le quitó con delicadeza cada pieza de ropa que traía Juliana, dejaba besos en su piel mientras la desnudaba, Juliana tenía prisa, pero esa imagen la estaba disfrutando. Cuando Valentina la tuvo totalmente desnuda abrió las piernas de la mulata, se arrodilló ante ella en el incómodo piso de madera para luego quedarse unos segundo observando el empapado centro de su mulata, pasó sus dedos muy lento por esa zona, cuando sus dedos estuvieron bien empapados miró a Juliana que ya la miraba a ella con deseo y se los lamió con ganas, con ambas manos la atrajo más hacia ella, casi con sus nalgas fuera de la cama, entonces devoró ese majar, ese que la estaba esperando, su lengua se movía tan bien como las caderas y la cintura de la mulata. Separó sus pliegues un poco para poder penetrarla con esa divina lengua, Juliana se movía por el placer, por la sensación, pero Valentina la aprisionó con sus manos, no quería que se le escapara si no se venia en su boca antes. La mulata lo hizo y Valentina bebió todo lo que ese hermoso centro le ofreció, también disfrutó de los fuertes gemidos que la mulata le regaló, que como la música estaba alta creían que no las estaban escuchando, pero eso no era así, Camila tuvo que alzar más el volumen, la turista y la mulata se estaban robando el show.

HABANA (Juliantina)Where stories live. Discover now