Pandora (EN PAUSA)

Prefacio.

Hay una delgada línea en la vida de los seres humanos que marca un antes y un después en sus vidas. Sin remedio todos estamos destinados a cruzarla, dándonos con ello dos resultados, una versión mejor de nosotros, o algo peor.

El tiempo es sabio y traicionero a su vez, todo depende del cristal con el que se miren las cosas y la situación que tengas en frente. Por una parte, te hará fuerte e implacable a ojos del mundo que te rodea, no obstante en la intimidad, allí donde solo tú sabes lo que un corazón es capaz de ocultar con tal de impedir que aquello que un día se rompió vuelva a aflorar, te mostrará lo débil y frágil que es en realidad el ser humano, dejándote a merced de quienes pretenden pisotear tus sueños.

Sin embargo, los años suelen ser benevolentes también, te dan la posibilidad de enmendar el daño causado, borrar las cicatrices y comenzar una nueva vida. ¿Pero qué sucede cuando el daño te lo han causado desde el minuto en que a este mundo llegaste, o incluso antes, cuando tu vida simplemente no está en tus manos? Aquella cicatriz se reabre y comienza a sangrar, dejando al descubierto esa herida que por tanto tiempo cicatrizó, y el resultado puede llegar a tener consecuencias inimaginables.

Así parte la historia de Pandora, cuya vida cambia por completo a raíz de un pasado oscuro que por años se mantuvo silente, en espera del momento preciso para ser revelado, con el único propósito de abrirle los ojos para mostrarle que su mundo no es más que una completa mentira. Más las vueltas de la misma, la empujarán a volver al lugar del cual nunca debió ser apartada, y es aquí donde aparece aquella línea a cruzar.

¿Será capaz de dejar todo sepultado en el pasado y comenzar una nueva vida, o aprovechará las circunstancias para llevar a cabo una venganza contra quienes considere como enemigos y responsables de su desgracia? Por suerte aún nos queda camino que recorrer para llegar a ese punto, y en el trayecto veremos qué ocurre.

En esta primera entrega les presentaré a una pequeña Pandora, cuya vida transcurre de manera tranquila y feliz bajo los cuidados de sus padres en la Hacienda Casablanca. Siendo ella la única infante en este lugar, es protegida y por sobre todo, un tanto mal cridada por parte de los dueños de la Hacienda y los trabajadores en general, eso a pesar de lo estricta que suele ser su madre, contrastando con lo permisivo que es su padre.

Sus inocentes ojos aún no son capaces de ver la mentira de la cual es prisionera, ni mucho menos las circunstancias por las cuales vive ahí. Ella se desenvuelve como toda niña a su edad, viendo las cosas simples de la vida, con un corazón que desborda amor, cariño y respeto hacia sus semejantes, y haciendo notar su presencia a través de su encanto y por sobre todo, sus travesuras. Además de su inmenso amor por los alazanes que se crían en el lugar, captando su atención en uno en particular y con quien tendrá su propia historia.

Aunque no siempre será el centro de atención dentro de la Hacienda, pues un día llegará otra pequeña a llenar el enorme vacío que reina en los corazones de Armando y Beatriz, los dueños de la Hacienda, esto a raíz de una enfermedad que carga en sus hombros Beatriz, quien está incapacitada de engendrar, siendo su única alternativa el adoptar. Paulatinamente nacerá entre las pequeñas una férrea amistad, y juntas, en total complicidad, pondrán de cabeza en más de una ocasión a todos quienes viven y trabajan aquí.

Pero no solo esto veremos, pues paralelo a ello otra historia será abordada, plasmada en una línea de tiempo diferente, y cuyos acontecimientos comienzan ocho años atrás. Hablamos de la historia de Leila Almeida, quien es la hermana menor de Beatriz Almeida, dueña de la Hacienda donde crece nuestra pequeña Pandora. Por su parte, la historia de Leila dista mucho a ser miel sobre hojuelas, pues estará cargada a problemas familiares y financieros, mentiras, engaños, y una decisión difícil de tomar el día en que se entera que en su vientre se gesta una nueva vida.

También, y a pesar de llevar una vida por aquel entonces difícil, veremos recuerdos o escenas de índole sexual (Aclaro esto para evitar futuros problemas). Los conflictos por los que atraviesan Leila y Quentin, quien es su marido, los llevarán a alejarse de tal manera que incluso al dormir hay un abismo entre ellos.

Lo que no es finalmente un impedimento para que Leila termine con un inesperado embarazo, y es aquí donde comienza su gran dilema y calvario, el de traer al mundo a aquella criatura dada la condición económica que atraviesan en ese momento, los conflictos de pareja y las circunstancias por las cuales ocurre su embarazo.

Dicho esto, les doy la bienvenida al reinicio de esta novela. Espero cautivar sus corazones y en especial, que amen a Pandora tanto o más que yo.

Gracias por esperar tanto tiempo.