Fragmentos de un corazón roto

El monstruo del espejo.

Oigo sus lamentos en mi cuarto, a pesar de no verle se que está ahí, alimentándose de todo el dolor que he vivido, el monstruo camina por la oscura habitación sintiéndose perdido, mira con recelo hacia la chica que le mira fijamente en el espejo, con sus cabellos castaños y rizados, con sus ojos cafés que le devuelven la mirada sin brillo, está asustado de lo que ve, ¿quien es ella?, me pregunto, veo que ahora el monstruo está asustado, intenta huir golpeando una y otra vez el espejo pero ella es tan astuta que le impide el paso dejando así las marcas de los golpes en el puño del monstruo.

Todo me ha llevado hasta aquí, el monstruo está perdido, lleno de ira y tristeza, el aire comienza a faltar en sus pulmones y entonces entro en razón, la chica del espejo no era una desconocida, era yo, una chica viviendo en un cuerpo que no parecía el suyo, todos esos malos ratos vividos me llevaron a perderme, yo era el monstruo que me miraba con recelo en el espejo.