Aquel grupo de niños había sido unido por la amistad de sus padres desde el momento que nacieron, sin embargo la diferencia entre omegas, alphas y betas hizo que una barrera creciera sobre ellos. Y fue peor cuando sentimientos como el amor y el dese...
Mis dedos se deslizaron por el piano. Tocaba de vez en cuando en el bar, con o sin personas. Ellie me había dado este precioso piano como regalo.
-Adoro esa melodía- Comentó él atento.
-¿Por qué no me acompañas?-
-Ahaja, sabes que no soy tan bueno- Se sentó a mi lado a compartir las notas.
-Solíamos hacerlo cuando niños-
-Solo aprendí un poco para acompañarte- Confesó nostálgico.
-¿Hiciste eso por mí?-
-Haría cualquier cosa por tí- Comento sonriente, inclinándose para verme.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Me sonrojé. Él realmente sabe cómo hacerme sentir enamorado y desgarrado por una ardiente pasión.
-Sé que ya te lo he preguntado- Dijo. -¿Realmente estás bien con haber dejado tu banda?-
-Ahaja, ya te he respondido. Fue algo que hice cuando estaba desamparado y mi grupo igual- Cambié rápidamente el ritmo de mis dedos. -Además, todos disolvieron la banda. Así como el perfume es temporal, hennes parfym fue volátil por un tiempo-
-hennes parfym... Su perfume ¿Verdad?-
-Recuerdas lo que significa- Sonreí.
-A pesar de que fueron por caminos distintos, tú aún puedes seguir el de la música-
-Sabes perfectamente que no es para mí, Ellie-.
-Lo sé, es solo que esa culpa aún persistente en mí- Chocamos nuestros dedos y nuestros ojos reflejaron el rostro del otro.
-No me arrepiento de haber dejado ese camino... Y de todos modos, no hay camino más importante que estar a tu lado- Entrelazamos nuestras manos y unimos nuestros labios.
El ruido del bebé llorando nos interrumpió. -Iré a verlo- Se rió Ellie.
-Vale, entonces iré a hacer unas visitas- Me levanté, tomando mi abrigo para salir.
-No llegues muy tarde- Me dijo antes de partir.
Nuestra pequeña ciudad a orillas del mar ha crecido bastante. La siento más llena de vida que antes. Tal vez lo piense así porque estoy comprometido y con un hijo.
Entibié mis manos con mi aliento. Y pensé de camino a la cafetería en mis metas. Junté los relatos de nuestros padres en un mismo libro. Aunque hay algunas cosas que faltan por descubrir.
Iba a entrar a la cafetería, pero vi a alguien parado atentamente en la vitrina. Era un joven de alrededor de mi edad. Y lo que me hizo detener a verlo fue el extraño olor a vinagre que emanaba.
-¿Hey, te gustan esos chocolates?- Apunté. -Deberías comprarlos, son absolutamente lo más sabroso que probarás- El chico dió un salto hacia atrás.