8. Ola de calor

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Cuando descubrieron que era un alpha, mi padre parecía preocupado, no estaba contento con los resultados, y fue quien construyó la moral que tengo ahora. En verdad, no entendía a lo que se refería hasta que me llegó mi celo. Los alphas son peligrosos, son como lobos salvajes esperando atacar a un débil conejo.

Yo nunca creí que llegaría el día en que se dieran vuelta las cosas. Que hubiera algo que podría amargarnos, a parte de nuestros pensamientos triviales.

Una fuerte escencia. Era la primera vez que olía el perfume de un omega en celo. -¡Adrián, detente!- Ellie me sujetó con todas sus fuerzas. Estaba pataleando por soltarme.

Jesse permanecía en el suelo tratando de resistir, sin saber qué hacer, con miedo de que aquellos lobos lo despedazaran. -Ellie...- Llamé, porque en vez de ver a Jesse veía a la persona que tanto amaba.

-¡Adrián, estoy aquí! ¡Estoy aquí!- Ligeramente la escencia de Ellie me aturdió. -¡Mírame!- Me gritaba afligido. -Vuelve en tí- Trataba de luchar con el aterrador lobo que mantenía oculto en mi interior. Aquel lobo que se suprimió porque soy un recesivo.

-Ellie...- Agitado por haber entrado en celo, me apoyé en mi amado y él me sujetaba con fuerzas.

-¡Juli, detente! ¡Paren! ¡JULI!- Yo estaba siendo retenido por Ellie, pero Julián y Francis estaban peleando a muerte por conseguir a Jesse. -¿Qué hago?- Ellie derramaba lágrimas. -¿Qué hago...?- Repetía Ellie mirando la escena sangrienta de los alphas.

-Llama a... una ambulancia- Dije en mis cabales, aunque mi cuerpo no conectaba con mi mente.

-¿Una ambulancia? ¿No es mejor la policía? No, no...- Estaba en pánico. -Cierto... A la brigada...- Tomó su teléfono marcando el número, mientras aún me retenía con fuerza. Aunque mi celo me cansaba, por lo que no tenía muchas ganas de levantarme o atacar a alguien. Sin embargo, esos dos aún no se detenían, ni siquiera yo y Ellie juntos los hubieramos podido separar, cuando un alpha entra en celo debido a un omega, se convierte en un bestia imbatible, y no van a compartir nunca su presa.

Julián arrojó contra la pared a Francis, acabando con él... ¿Lo mató? Al ver su puesto en el "ránking de alphas" Retrocedí asustado. Mi piel se erizó y me agarré a Ellie.

Miró desde arriba a Jesse, antes de lanzarse sobre él. Ellie iba a pararse a detenerlo, pero agarré su muñeca. -¡Va a hacer peor si te metes!-

-¡No...!- Trataba de imponerse Jesse. -Si vas a hacer esto... No quiero que sea así- Sollozó. -Si vas a violarme... No me hagas daño en el proceso... Se suave conmigo- Por más raro que fuera, Las feromonas de Julián se tranquilizaron un poco y tomó a Jesse sin lastimarlo. No obstante, neutralizó las manos del omega y mordió su nuca.

Enseguida dejé de sentir la escencia de Jesse.

Sirenas se oían lejanamente y Ellie lloraba junto a mí asustado. -Tranquilo...- Lo abracé y nos levantamos. Una ambulancia, junto a la brigada especial de protección de omegas llegaron.

-¿Ustedes están bien?- Los dos asentimos. -Por favor, retrocedan- Nos hicimos a un lado.

Julián se había arrinconado en la pared, protegiendo a Jesse de los extraños, hacía ruidos como de un animal salvaje. Mostraba sus colmillos bañados en sangre y alejaba como podía a los de la brigada.

-¿Pueden decirme sus nombres?- Nos interrogaba tranquilo, este grupo de betas, eran realmente unos especialistas.

-Adrián Rous-

-Ellie Sanz- Él mostró cierto temor al saber nuestros nombres.

-¿Y ellos...?-

-El omega es Jesse Zuzunaga y el otro es Julián Sanz- Soltó el lápiz y gritó.

Su Perfume (Omegaverse)Where stories live. Discover now