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Era la hora del almuerzo y Changbin se encontraba mirando al bonito omega que había robado su atención desde hace algunos años.

Al parecer Felix quería tomar algo del fondo de su casillero pero no lograba alcanzarlo ya que era muy bajito. Así que alegremente se decidió por ayudarlo.

Caminó en la dirección en la que se encontraba el gordito omega, pero Hyunjin y Minho se adelantaron, y desde ese momento supo que iban directo a molestar a Felix.

Caminó lo más rápido que pudo para poder evitar cualquier cosa que quisieran hacerle al menor. Pero cuando llegó ya era tarde, pues ya se encontraban pellizcando agresivamente todo el cuerpo de su Lix.

Frunció el ceño y rápidamente llegó hasta donde se encontraban los miembros de su equipo molestando al omega.

-Eres como una pelota, Felix.- habló Hyunjin mientras apretaba con ambas manos sus rollitos de grasa.

-Me-Me duele... basta.- dijo al borde de las lágrimas tratando de quitar el fuerte agarre de su pancita.

-Es suficiente, ya déjalo en paz, Hyunjin .- Changbin habló fuerte y enseguida soltó un gruñido haciendo que el otro alfa soltara de inmediato a Felix.

-Solo e-estaba jugando, capitán. Ni siquiera lastimé al niño gordo.- dijo tratando de ocultar su nerviosismo.

-Felix. Su nombre es Felix.- habló mirándolo fríamente.

Hyunjin estuvo apunto de hablar de nueva cuenta, pero Minho lo detuvo y lo arrastró hasta su salón de clases.

-Gracias por salvarme, hyung.- dijo mientras trataba de contener las lágrimas.

-Esta bien, ¿te lastimaron mucho?- preguntó preocupado.

-E-Estoy bien. Solo lastimaron mi barriga.- hizo un bonito puchero y sorbió sus mocos.

Changbin lo miró preocupado e inconscientemente colocó una de sus manos en la pancita de Felix, para después mirarlo y limpiar sus ojitos llenos de lágrimas.

-¿Por qué dejas que te molesten esos idiotas?- preguntó con molestia en su voz.

-Es que tienen razón. Soy feo, gordo y bajito. No me comparo con los bonitos y perfectos omegas que andan por ahí.- dijo tristemente.

Al escuchar lo que acababa de decir él omega, Changbin sintió tristeza y enojo por las cosas que esos tontos le hacían sentir a su bonito Felix.

-A mis ojos eres muy bonito. Tienes lindas mejillas decoradas con hermosas pecas. Y tu pancita es adorable.- dijo inmediatamente y sin pensarlo mucho.

Las mejillas de Felix se encendieron de un rojo carmín y de inmediato sonrió, haciendo que sus ojitos desaparecieran.

-Gracias por decirme bonito.- él omega sonrió mostrando su bonita dentadura y rápidamente abrazó al alfa.

Changbin se quedó en shock y lo único que pudo hacer fue quedarse inmóvil en su lugar esperando a que el contacto físico acabara.

-De ahora en adelante no dejes que te insulten o que te pellizquen. Y si lo vuelven a hacer diles que los golpearé con mi balón hasta que no puedan jugar más.- dijo decidido y acarició la linda cabellera de Felix.

-Hyung... te gustaría almorzar...¿conmigo?.- habló tímidamente. -Después de todo, siempre dejas dulces y pasteles muy ricos en mi casillero.- el menor dijo mirándolo con una radiante sonrisa en su rostro.

-Pe-Pero tus amigos se enojarán si llevas a un extraño.- Changbin estaba más que nervioso con la invitación del pequeño omega, pero por otro lado estaba feliz porque probablemente esta era la primera conversación larga que tenia con lix.

-A Innie y Hannie hyung no creo que les moleste. Aunque creo que tengo que preguntarle a seungminnie.- dijo pensativo.

Changbin mantuvo su sonrisa por unos segundos más, hasta que recordó que tenía que actuar como un bad boy para que Felix no se diera cuanta de su enamoramiento.

-Podemos comprar helado en la tienda de la escuela para que puedas volver con tus amigos.- dijo sin mostrar ningún tipo de gesto, pero Felix sabía que por dentro, su hyung estaba feliz porque comería helado. O tal ves sólo era él.

-Okey, hyung.- dijo sonriente.

-¿De qué sabor quieres, Felix?

-Oh, quiero que una bolita sea de fresa y otra...

-Vas a dejar sin dinero a Changbin oppa, ballena.- dijo una omega mientras abrazaba uno de los brazos del alfa y miraba con asco a Felix.

El más pequeño sintió sus ojitos picar y agachó la cabeza, para después sollozar en silencio.

Caminó lejos del puesto de helados, dispuesto a irse a llorar a algún otro sitio, pero alguien tomó su brazo, deteniendo su caminar.

-Toma, Lix. Ya no llores.- Changbin lo miró inexpresivo y le entregó un cono con dos bolitas de helado.

-P-Pero... ella tiene razón y-yo...

-Esa omega no tiene relevancia, y no tiene porqué decirte ese tipo de cosas desagradables. Si yo me ofrecí a comprarte un helado no tienes que darle importancia a lo que diga esa niña tonta y mimada.

Felix hizo un puchero con sus rosados y bonitos labios para después limpiar el rastro de lagrimas de sus mejillas regordetas.

-Siempre eres muy bueno conmigo, Binnie hyung. Gracias por el helado... y por tratarme bonito.- habló y sus mejillas se tiñeron de rojo, haciendo que en la boca del contrario apareciera una media sonrisa.

-Está bien, solo come tú helado o se derretirá.

-Okey hyung.- dijo sonriente.

Changbin estaba tan embelesado mirando comer a Felix, que no se dio cuenta cuando este lo miró de igual manera pero con una sonrisa.

-Siempre me miras mucho, ¿soy tan feo?- hizo un puchero y tocó su cara con ambas manos.

El alfa frunció el ceño y pellizcó una de las mejillas del omega, causándole un poco de dolor.

-¿Te gustaría que en este mismo instante gritara que eres muy bonito?- preguntó mientras mantenía una ceja alzada.

-¡N-No hace falta, hyung!- dijo nervioso causando que el alfa diera una risa corta y grave.

Y en ese mismo momento fue que Changbin deseó aún más tener cerca a ese chico gordito y adorable. Quería tenerlo para él solo.










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➿My fluffy omega➿Where stories live. Discover now