.•Nueve•.

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Era más que obvio que Felix era un niño inexperto en las relaciones y en todo lo que tenía que ver con el romance. Y por eso mismo pensaba que cuando lograra tener una relación estaría perdido y sin saber qué hacer o cómo actuar; pero estar con Chang estaba haciendo que se sintiera como en un sueño; uno muy perfecto.

Pues aunque él nunca había estado en una relación y mucho menos había gustado de alguien, el alfa le había mostrado que no era tan complejo como parecía y que solo tenía que disfrutar el tiempo que pasaban juntos; sin importar que hicieran.

Aunque Changbin se tomaba muy enserio el tema del cortejo, y las citas y regalitos todos los días no se hacían esperar.

Desde que Felix aceptó ser su omega, Changbin había dejado la timidez atrás comenzando a demostrarle su afecto frente a todos sin importar que fueran docentes o sus compañeros de basquetbol, pues realmente no le importaba el cómo se sintieran otros a excepción de su Lixie.

Y a decir verdad su parte favorita de estar oficialmente con su predestinado era que ya no tenía que ocultar sus pensamientos sobre lo hermoso que le parecía, o lo lindo que se veía usando cualquier cosa, en especial su ropa.

Haciendo que momentos como este; donde se encontraban en un parque de diversiones mientras el omega usaba un hoodie del mayor se volvieran muy especiales para Chang.

-Vamos lindo, te prometí una cita en el parque y no nos hemos subido a ningún juego.- lo tomó de la mano y lo guió hasta uno de los juegos mecánicos.

Lix sonrió y el rojo adornó sus mejillas por el bonito cumplido que acababa de darle Changbin, y es que le era imposible acostumbrarse a que el alfa lo tratara tan bonito y que todo el tiempo le diera cumplidos por solo existir.

Siguió al más alto  hasta que llegaron a la montaña rusa, al principio tenía un poco de miedo, pero se tranquilizó una vez que Changbin soltó de sus feromonas; pero después de esa atracción solo no dejó de divertirse.

Se subieron a muchos juegos; los que menos parecían extremos y Bin ganó muchos peluches para él, sintiéndose muy bien cada vez que Felix lo alagaba por conseguir un osito nuevo.

Le encantaba la sensación que dejaba el estar cerca de Chang, le agradaba la manera en la que lo miraba e intentaba tenerlo bajo su tacto todo el tiempo, y sobre todo, le gustaba que lo quisiera tal y como era y que no se cansara de repetirle lo lindo que era.

-Me encanta pasar tiempo contigo, Lixie.- detuvo su andar para poder mirar la reacción del gordito, sonriendo satisfecho al ver el reciente sonrojo en sus mejillas.

-A-A mí también me gusta mucho estar contigo. A mi lobito le gusta.

-¿Solo le gusto a tu lobito?- preguntó burlón.

-Tú s-sabes a qué me refiero, Binnie.

Chang sonrió y abrazó al más bajito, logrando que el sonrojo de este aumentara.

-Es la primera vez que me siento así de bien con alguien.
Debo confesar que me gustas desde hace mucho tiempo ya; y mi lobo me rogaba que me acercara a ti y que iniciara el cortejo, pero, los primeros años fui un cobarde y solo pude mirarte desde lejos.

-Lamento un poco el haber sido un omega tonto y no darme cuenta de tus sentimientos ni de los míos.  Pero ahora soy tu novio y tú el mío.- se separó del abrazo y sonrió aun con el sonrojo en sus redondas mejillas para después tomar una de las grandes manos del alfa.

-Felix, no tienes idea de cuánto me encantas.- soltó suavemente el mayor para después pasar su mano por el cuello y nuca del gordito.
Se acercó al bajito y le dió un lindo beso que terminó en muchos piquitos.

El más bajito sonrió haciendo desaparecer su ojitos y resaltando sus bonitas pecas.

La única sonrisa que Changbin necesitaba.

-Tengo hambre, Binnie.

El alfa dio una risita nasal y caminó junto con Felix hasta el puesto de comida y postres más cercano, para seguido de eso seguir con su recorrido en aquel parque.





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➿My fluffy omega➿Where stories live. Discover now