➿My fluffy omega➿

.•Once•.

Otra vez era lunes y, aunque debería de estar odiando el día porque era inicio de semana, en realidad estaba apurado por ver a su lindo novio, así que se alistó rápido y le pidió a su chofer que pasaran por una florería antes de llegar a la escuela.

Hoy cumplían cien días de novios y quería darle algo lindo, llevarlo a ver una película y mimarlo mucho.
Más de lo normal.

Así que de camino a la escuela le pidió a su chofer que se detuviera en una tienda para poder comprar algo para su lindo novio.

Pero esta vez planeaba cómprale algo muy especial, aparte de lo que ya tenía planeado; y se trataba de nada más y nada menos que un collar; pero no se trataba de un collar cualquiera, si no de uno que acompañaría su collar de cortejo como símbolo de que este llegaba a su fin y que Felix lo aceptaba completamente como su alfa.
Y eso para él no era una simple cita donde le regalaría algo costoso y simple; sino que si Felix aceptaba ya no había vuelta atrás para él, para los dos.

De ese momento en adelante sus planes incluirían al omega, si es que así lo deseaba.

Eligió una bonita y delicada gargantilla de oro blanco con un pequeño dije de tulipán que haría juego con el collar que le había obsequiado antes.

Llegó a la escuela y esperó con ansias a que todas las clases terminaran para poder llevarse a Lix a la tan esperada cita.

Salió de su aula caminando con rapidez sin fijarse que casi hace caer a una chica que estaba por bajar las escaleras.

-Perdón. ¿Estás bien? Tengo algo de prisa así que no me fijé.

-Estoy bien, oppa.- dijo y de inmediato un sonrojo pintó su rostro.

-Okey. Lo siento por casi matarte.- dijo serio pero amable.

-Si, no hay problema, pero tendrás que darme tu numero, ya sabes por si me duele algo.- comentó coqueta. -Por cierto, soy Sana.

-Changbin. Y si necesitas un doctor puedes ir ahora, yo pagaré la revisión.

-Woah, si que eres duro de roer. ¿Pero has escuchado que cuando los músculos se enfrían suele doler el golpe?, así qué tal vez aparezca un dolor más tarde.- meneó las pestañas y sujetó la parte baja del jersey del alfa.

Seo soltó una risa nasal y le ayudó a colocarse la mochila que yacía en el primer escalón.

-Bien, puedes tenerlo y escribirme solo si te duele algo.

-Gracias oppa~ que bueno eres.- se puso de puntitas y le dio un beso en la mejilla haciéndolo quedar en shock por un momento.

El gordito también salió de su ultima clase, y estaba bastante emocionado por su cita con Chang. Tenía planeado encontrarse con él y salir de la escuela juntos, pero cuando logró verlo estaba con Sana, era del grupo de omegas populares; y realmente no le dió importancia, hasta que notó que le coqueteaba a Chang. Y muy notoriamente.

Su lobito comenzó a sentir algo que jamás había sentido en su corta vida. Se sentía un poco molesto por lo que veía, pero al mismo tiempo se sentía mal porque el no era así de bonito y seguramente no se veía así de bien estando con Changbin.

Sujetó su mochila con fuerza y dio la vuelta sin poner atención al camino y chocó con una estampida de chicos de último año, haciéndolo caer de inmediato.

-¡Lo siento, no te vi!.- gritó el alfa a lo lejos.

Hizo un pucherito y se levantó del suelo, notando enseguida que sus amigos venían hacia él.

-¿Estás bien, Felix? Vimos como ese idiota te empujaba.- un muy molesto Jisung sacudía la ropa del más gordito mientras negaba.

-Estoy bien.- contestó desganado.