.•Seis•.

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Felix caminaba por el gimnasio de la escuela en busca de su gorrito. Hacía mucho frío así que para él era esencial que no se le congele la cabeza, y mucho menos las orejitas.

Pero al parecer eso no estaba en los planes de Seungmin cuando lo olvidó en las gradas después de la entrega de premios por el partido de ayer.

-Agh, ¿como pudo olvidarlo? Seguro el intendente ya lo tiró a la basura.
Seungminie tonto.

Salió del gimnasio y se resignó a tener frío todo lo que restaba del día, ya que su jersey no era lo suficientemente calentito y por obvias razones no tenía gorro.

Salió del gimnasio y se dirigió a la tiendita por algunos bocadillos.

Compró dos leches de plátano, unas papitas, gomitas de frutitas y una pequeña rebanada de ese maravilloso pastel de chocolate que le encantaba.

No era un secreto que le encantaba comer cosas ricas y azucaradas. Pero no todo era para él, quería compartir un poco con cierto huyng.

Pero cuando intentó dar con el mayor, no logró encontrarlo y se rindió rotundamente; ya que tenía hambre y mucho frío. Tiritó antes de poder darle el primer sorbo a su lechita de plátano, haciendolo pucherear y fruncir el ceño.

Enserio tenía que cambiar de sitio si no quería parecer un cubito de hielo para cuando terminara el descanso.

Pensaba ir con sus amigos y conversar en lo que quedaba de tiempo antes de volver a clases, pero decidió comer antes para no tener que compartirles. Ya que sería como premiarlos por perder su gorrito, cierto?

Comió su rebada de pastel y sus papitas, dejando intactas las gomitas y una de las lechitas de plátano. Porque aún tenía esperanzas de encontrar a su hyung y darle lo que había comprado para él.

Y no era que no pudiera dejar los dulces en el casillero del mayor, sino que quería ver cómo estaba después de los golpes dé ayer. Era algo que preocupaba y mantenía inquieto a su lobito, no sabía el porqué de esas sensaciones; pero sabía que salían a flote cuando tenía que ver con Changbin. Era extraño, pero no lo pensaba demaciado, era como preocuparse por un amigo, ¿cierto?
... uno muy guapo y musculoso.

Se dio cuenta de lo que estaba pensando y sacudió la cabeza enrojeciendo de inmediato.

-¿Que tal, ballena?- soltó la voz conocida.

¿En qué momento llegaron esos patanes a la mesa en la que estaba sentado?

-¿Sabes que es de mala educación no saludar de vuelta?- reprochó el alfa un tanto burlón mientras tomaba las gomitas entre sus manos y tomaba algunas para intentar introducirlas en su boca.

-E-eso no es tuyo, Mark. Es para Changbin hyung.- mencionó molesto arrebatándole la bolsita al mayor.

-Yo también soy tu hyung, ¿por qué no puedo recibir un regalo también?... ya sé. Lo tomaré como una compensación por no haberte molestado la semana pasada.

-No. Ya dije que no son para ti.

-Okey, okey. Entonces tomaré la leche de plátano.- dijo con tranquilidad, como si hubiera resuelto el dilema.

Él omega infló sus redondas mejillas y frunció las cejas con enojo. Tomando la bebida al mismo tiempo que Mark para que no lo bebiera.

Pero el alto no iba a dejar que se fuera así nada más ¿verdad?,  y fue cuando aprovechó que la mano de Felix había quedado bajo la suya para presionar la botella con fuerza; causando que esta explotara en la ropa del gordito, y que el plástico lastimara su manita haciéndolo sangrar.

➿My fluffy omega➿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora