Capitulo 45

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Me despierto por un molesto dolor en mi vientre. Miro el reloj y son las 4:00 de la mañana, quito la mano de Ashton de mi cintura con cuidado, quito la sábana y joder me quiero morir. Me levanto lo más rápido que puedo y cercioro si no se manchó la sabana, corro al baño y me siento.

La menstuación me había llegado y no venía preparada...

Los cólicos me son insoportables, gruño ante el dolor y abro la llave de la ducha. Espero hasta que esté lo más caliente y entro, siento que sudo frío cuando me estoy secando. Me dan los dolores increíblemente fuertes que no lo soporto y me hago bolita en el suelo, odiaba esto de cuando estaba en mis días, el dolor insoportable, los dolores de cabeza y un humor de mierda que me cargo.

Escucho que Ashton toca la puerta y lo que voy a ser ya seria un gran nivel de confianza.

—¿Estas bien, bonita?

—No. —muerdo con fuerza mi labio. —¿Te podría pedir un favor?

—¿Claro, qué pasa? —se escucha la preocupación hasta donde estoy.

—Se que son las cuatro de la mañana y que tú madre probablemente esté dormida, pero podrías pedirle unas toallas sanitarias —mi rostro está caliente y la vergüenza me consume.

—Claro, Claro en un momento vengo.

—Gracias. —suelto un quejido audible.

No se cuanto tiempo pasa, peor el dolor no ha cesado, por esto odio ser mujer, los hombres no sufren por nada. No tiene dolores menstruales y mucho menos dolores de parto...aquí es donde prefiero un pene en vez de una vagina.

Todo nos pasa a nosotras las mujeres...

La puerta se abre y me cubro con la toalla, Thalía me ve con una sonrisa de compasión, le intento sonreír, pero sale como una mueca.

—Toma, Ashton me dijo que esa horrible cosa te llego...

—Si... —frunzo el ceño al no verlo. —¿Donde está?

—Fue a la farmacia por unas pastillas para el cólico. Me pregunto que si yo tenía, pero negué y salió corriendo para ir por unas.

Mi corazón se encoge por el nuevo sentimiento instalando en el, mis ojos se cristalizan y mis lagrimas bajan. Eran las 4:20 de la mañana y no le importo ir.

Nadie nunca había hecho eso por mi...

—Odio esto...

—Créeme que yo también lo odio, pero lastimosamente es muy natural.

—Quiero tener un pene. —ella se carcajea

—Yo también llegue a pensar eso, cuando era más joven juré que cuando estuviera grande cambiaría de sexo, pero salí embarazada de Ander así que...

Me rio y vuelvo hacer una mueca. Ella me da mi mochila y le agradezco.

—Bueno te dejo para que te cambies...

—Gracias, Thalia.

—No hay de que, bonita.

Ella sale y rápidamente saco mis bragas y un short apretado...gracias a dios. Cuando termino de cambiarme salgo y me acuesto en la cama haciéndome un ovillo. Esto era un jodida tortura, solo quiero dormir y olvidarme del dolor...

La puerta de la habitación se abre, Ashton entra con un vaso de agua y una cajita de pastillas. Se arrodilla frente a mi acaricia mi mejilla.

—Siéntate. —le hago caso y estiro mi mano, pone la pastilla y rápidamente la llevo a mi boca, tomo el vaso y le doy un trago. —Creo que con esto te sentirás mejor...

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