Let's Just Call It Love

Capitulo 12

Gulf

Al día siguiente se despierta a las 9 de la mañana y de nuevo lo hace con una sensación angustiosa atenazándome el pecho.

Llaman a la puerta con los nudillos y sin esperar a que diga nada, esta se abre. Mew asoma la cabeza y lo mira con una sonrisa juguetona en los labios.

—Vístete que nos vamos

Gulf enarca una ceja sin comprender. Mew insiste

—Vamos, pequeño gatito, que tenemos prisa

—No quiero hacer nada, Mew. Quiero quedarme en casa

—Te prometo que lo que tengo pensado te encantará —la sonrisa que se dibuja en sus labios consigue despertar la curiosad de Gulf

—¿De qué se trata?

—Es sorpresa. Solo puedo asegurarte que valdrá la pena. Te lo prometo

—No tendrá nada que ver con practicar sexo en algún lugar extraño y morboso ¿verdad?—pregunta por qué tratándose de Mew se espera cualquier cosa

Mew se ríe y niega con la cabeza

—No te encantará tanto, pero casi. ¿Vamos?

—De acuerdo, dame cinco minutos

—Perfecto — está a pinto de cerrar la puerta tras de sí pero vuelve asomar la cabeza antes de hacerlo —Por cierto, toma la ropa que te mandaron ayer para que las promocionaras

—¿Por qué? —Ahora si que no entiende nada. Ayer recibió una caja con algunas prendas de una colaboración de una marca de alto standing. Tiene que hacerse unas fotos y subirlas a sus regreso para hacerles publicidad.

Mew no le responde, solo le guiña un ojo y cierra la puerta dejándolo solo

Mew lo espera en el salón. Se ha vestido con unos jeans. Lleva una cazadora de cuero que no le había visto nunca y que le da un toque de chico muy malo atractivo. Del hombro cuelga una mochila

Le pide que lo siga, así que bajan hasta el parking del hotel donde los huéspedes suelen dejar sus coches. Alza las cejas cuando saca unas llaves. No tiene ni idea de coches solo sabe que es un deportivo y que tiene la pinta de ser caro

—¿Qué hacemos aquí?

—Tomar a mi pequeño.—dice golpeando el capo como si acariciara el lomo de un perro

—¿Este coche es tuyo?

—Pues claro

—¿Sabes conducir?

Entre cierra los ojos y lo mira como si su comentario lo ofendiera.

—Saque la licencia hace más de una década. No se por que te sorprende

—Quizá por que nunca te he visto hacerlo. Siempre pedirlos un taxi o usas un chófer

—Eso es por que moverse por Nueva York es odioso, pero me encanta conducir cuando salgo fuera

—¿Es que vamos a salir fuera de la ciudad?

—Es posible —abre el maletero y mete dentro su ropa y mochila

Le pide que se meta en el coche y Gulf obedece. La curiosidad no deja de aumentar en su interior.

Salen del parking y se incorporan al tráfico de la ciudad. El trayecto es largo. Muy largo. Cuando llevan dos horas de carretera, Mew se para en una gasolinera y sugiere que coman algo más adelante. Acepta por que han salido sin desayunar