Let's Just Call It Love

Capitulo 13

Gulf queda con sus padres en Time Square, que es uno de sus lugares favoritos de la ciudad. De camino en taxi, no deja de recibir notificaciones de sus redes sociales. Desde que subió las fotos que Mew le hizo el fin de semana, sus seguidores han aumentado y a la marca de la ropa les gustó tanto que le han pedido una nueva colaboración, esta vez para promocionar un traje de noche.

Busca a sus padres entre la multitud. Le cuesta dar con ellos pero cuando lo hace corre hacia ellos con los brazos abiertos y se funden en un hermoso abrazo familiar.

—Cariño, estas precioso —Dice su padre con ternura

—Es verdad cariño. Te ves muy bien—confirma su madre echándole una mirada escrutadora.

Durante un instante el pensamiento negativo desaparece. Pero sólo dura un instante. El instante en que tarda en fijarse en el rostro de su padre, y ve una sombra empapando su sonrisa que le dedica. A pesar de todo, sabe que no es el momento de hablar de ello. No aún

—¿Qué les gustaría hacer? —los mira expectante

—Pasear por la zona y comer algo en algún café sería un plan perfecto.

Se dejan envolver por el ambiente de la ciudad mientras charlan alegremente de todo un poco. Al cabo de un rato, acaban entrando a uno de los locales que encuentran de paso.

Gulf se pide una hamburguesa, su madre un sándwich y su padre alitas de pollo. Se sientan en una mesa cerca de un ventana para ver la vida pasar ahí afuera.

—Bueno, ¿me van a contar que los ha traído hasta aquí? El otro día no me lo explicaron —Dice tras tragar un trozo de hamburguesa

Sus padres intercambian una de esas miradas significativas que suelen venir antes de decir algo que sabe que no le gustara escuchar.

—Es mejor que hablemos de eso después, cielo. Disfrutemos de la comida y el día juntos.

De repente, tiene un nudo en la garganta. Un nudo que da forma a todos esos miedos que ha ido acumulando en lo largo de esos últimos días.

—Papá, mamá, se que algo pasa. Lo sé desde la última llamada. Y no dejo de imaginarme cosas horribles. Por favor, explíquenme lo que sucede. —implora dejando la hamburguesa de lado y paseando la mirada de uno al otro.

Vuelven a compartir una nueva mirada. Su padre parece buscar la aprobación de su madre y está se la da con una inclinación e cabeza.

—Esta bien, cariño. Te lo contaremos todo. Pero tienes que prometernos que no harás de esto un drama. Estamos intentando llevarlo lo mejor que podemos y necesitamos que tu hagas lo mismo. — a Gulf le da un vuelco el estómago al escucharlo, porque hace real ese presentimiento sin fundamento que lleva días persiguiéndolo. Traga saliva y afirma con la cabeza —Desde hace unos meses empecé a estar más despistado que de costumbre y a tener olvidos tontos. Por ejemplo, ir a comprar el pan antes de comer cuando ya había ido a primera hora en la mañana o perderme en lugares que conozco como la palma de mi mano. Al principio lo achacamos a estrés provocado por la preparación de los entrenos en el instituto, por que estaba teniendo mucha presión.

Mira a la madre de Gulf para invitarla a segur. Un judo en la garganta no deja de crecer en Gulf al imaginar por donde van los tiros.

—Pero los fallos tontos de memoria de un principio no hicieron más que empeorar—la mamá de Gulf toma la mano de su esposo y le da un beso con cariño mientras esté la mira con ojos brillantes —Eran tonterías, despistes, pero estos despistes empezaron a volverse más acusador. Se levantaba un domingo creyendo que era un martes, se perdía al ir hacer la compra y a veces olvidaba lo hablado durante la mañana. Así que decidimos ir al médico, creyendo que esos fallos de memoria podían ser derivados del cuadro de ansiedad que llevaba meses sufriendo.