LA LEYENDA DEL VAMPIRO DE CERA

Capítulo Dieciséis

  Edward sostuvo su mirada unos segundos antes de empezar a hablar.

  —Billy se puso en contacto conmigo para pedirme un favor. Sabía que tu espíritu lobo estaba tardando más de lo normal y como bien sabes un vampiro es todo lo que se necesita para despertar por completo. Él conocía mi trabajo y unos días antes mi empleada se había marchado por lo que acepté a que vinieras. El único punto era que nunca supieras que él fue quien te mandó aquí para que tu transformación en licántropo se llevara a cabo.

  —Por lo que estabas al corriente de que tarde o temprano sería un lobo.

  —Eso y tu olor.

  —¿Pero cómo sabía mi padre que eres un vampiro? No creo que todo se deba a la leyenda que se cuenta de ti.

  —Aquí empieza la segunda parte de la historia. Billy no quería que supieras nada porque eso supondría tener que contarte de qué me conoce. Tu padre no sabe de mí existencia por la leyenda sino por la unión de nuestras familias.

  —¿Existe una unión en nuestras familias?

  —Hace casi noventa años que los caminos de nuestros antepasados se unieron.

  <<A mediados del año 1925, Carlisle vivía en Forks debido a su trabajo. En la reserva se inició la trasformación de algunos de los habitantes por lo que supieron que había vampiros alrededor. Carlisle se presentó ante ellos como un signo de paz. Pasados unos meses los humanos del pueblo y alrededores empezaron a morir con signos evidentes de mordeduras de vampiros. Ephraim Black le pidió explicaciones a mi padre quien negó ser el culpable, pero él era el único en la zona y fue señalado como el autor de los hechos. Sin embargo, Ephraim que había compartido parte de su tiempo con él confiaba en Carlisle.

  —¿Ephraim le ayudó? ¿Mi bisabuelo?

  —Carlisle tenía un buen nombre por su trabajo como médico y tu bisabuelo sabía que no sé alimentaba de humanos. Mi padre llevó a cabo una investigación y descubrió que un grupo de vampiros nómadas rondaban el pueblo, presentó las pruebas y Ephraim le liberó de su culpa. Pero el consejo le pidió que no pisara sus tierras y ellos perdieron el contacto. Puede decirse que fueron los primeros que pensaron que una amistad entre nosotros no era tan descabellado.

  —¿Si ellos perdieron el contacto cómo supo mi padre de ti? —le contempló un segundo antes de proseguir.

  —Ephraim conocía la historia de los Cullen, la ubicación de esta casa y la existencia de los hijos de Carlisle, pero nunca nos vio. Yo nunca he estado en Forks. El caso es que mi padre le prometió deshacerse de los nómadas, así fue como supo que no habían matado a todos los que mordían.

  —¿Y eso qué significa?

  —La ponzoña puede matar a un humano si éste se resiste y su organismo lucha contra el veneno, pero a veces la ponzoña gana y se convierte en vampiro. Mi padre encontró varios de ellos aunque la mayoría siguió a los nómadas o su propio camino, excepto uno. Era el más vulnerable de todos y le ofreció cobijo. Lo trajo a esta casa y a día de hoy sigue viviendo aquí.

  Jacob se inclinó hacia él frunciendo el ceño, perdido.

  —¿Aquí? No he notado más vampiros que tú o esos amigos tuyos.

  —Noir —explicó.

  —¿Qué? ¿No era un muñeco? Pero me dijiste...

  —¿Qué otra cosa iba a hacer? Has visto con tus propios ojos que se mueve, ha estado en tu habitación.

  —¿Por qué lo hace?

  —Noir es un vampiro extraño. Mi padre cree que su transformación se quedó en un punto antes de realizarla por completo, no habla y su estatura es menor que la nuestra. Por alguna razón se siente más ligado a mí y cuando Carlisle se fue se quedó aquí porque sabía que yo vendría a esta mansión.