Cigarros y Café.

doce.

Me tenia cuativado con su belleza como si fuera un espectáculo de fuegos artificiales.

Su nariz enrojecida chocando con la mía y sus labios con el rojo desgastado por mis besos me hicieron pensar en lo mucho que la quería para mi.

Mis manos recorrieron sus hombros pálidos y fríos, iluminados solamente por la luz de la luna como reflector de nuestros actos.

Escondidos de los demás, encerrados en el otro.
Mi asilo estaba en sus brazos, lo decidí con miedo, me sentía como en el paraíso cuando mis manos acariciaban su dulce piel.

Eramos un secreto sin ser expuestos.

Mi aliento chocaba con su cuello, y sus manos estaban enterradas en mi cabello húmedo, la arena nos entraba por la ropa, pero ambos nos dábamos el calor necesario para seguir besándonos.

- Alex - susurro en mi oído cuando le quite el vestido lentamente.

La aprecie por minutos, y divagando suspiros besaba cada espacio de su piel. Un pequeño lunar se apreciaba en su estómago, lo bese también. Bese cada lugar de ella, cada espacio que veía y tenia la oportunidad, pensando en los espacio que tenia por descubrir, Violet no se movía, solo respiraba lentamente esperando a mi siguiente movimiento.

La tome por la cintura y ella enredo las piernas en mi riéndose luego de tanto silencio entre los dos.

- ¿Qué haces? - soltó riendo en mi cuello.

- Estamos bailando, Violet - le dije y ella tomo mis mejillas, sus ojos parecían iluminados, no necesitaba la luz de la luna para verla, solo la necesitaba a ella y todo podí ser más claro.

Mi camisa se hizo su almohada cuando la acosté en la arena, Violet tenia los ojos cerrados y suspiraba le dificultosamente.

Abrace su cuerpo disfrutando de su tacto, quemando mi piel, se sentía tan bien y a la vez sabía que estaba cometiendo un gran error.

Sus labios rozaron suavemente mi punto debil, comenzó a succionar levemente y después dejo paso a sus dientes para morderme despacio. Un gemido se escapo de mis labios y aunque ni yo, ni Violet podía verme, sabía que mis mejillas estaban sonrojadas.
Me siento abstraído de pensamientos mientras dedicó mi tiempo en trazar lineas imaginarias en su pecho. Ella besa mi cuello y acaricia mi espalda, solo esta provocándome a lo que podría venir, pero ahora la pregunta es; ¿Estoy preparado para lo que viene? ¿Puedo hacerle el amor y luego mirarnos como si no hubiera sucedido nada?

Las ganas y el anhelo me han estado provocando desde que conozco a Violet.

Siento como si fuese mi primera vez, no quiero que salga mal y que huya lejos de mi, pero mis dedos tiemblan y desearía que fuera por el frío.
Mis manos recorren su cintura y ella me mira directamente a los ojos, brillantes faros de luz.

- ¿Estas segura? - pronuncio serio.

Ella asiente mordiéndose los labios nerviosa al igual que yo, y la situación me relaja un poco.

- Completamente, Alex. Hazme el amor - suelta suavemente y sabe que esas palabras me matan lentamente, el fervor nace en mi estomago y quiero desatar todo el amor que llevo dentro para ella.

Mis manos recorren su vientre y palpan suavemente su piel desnuda.

Separo sus piernas delicadamente mientras me situó al medio de estas, Violet suelta una risa nerviosa cuando quito las bragas de encaje de ella.