Cigarros y Café.

uno.

-¿Qué sucedió con ella? - me dijo Peter tirando de la cuerda de pescar - supongo que le seguiste hablando luego de presentarte.

- ¡Claro que lo hice! Ni que fuera tan estúpido... bueno, ella me hacia reaccionar fuera de mis cinco sentidos - solté un suspiro tratando de compadecerme a mí mismo.

Peter me miro por varios segundos y resoplo - entonces ...?

- Entonces lo que paso fue ... - eche un largo silbido y trate de seguir con la historia.

2:55 am.

- Eres tan estupido Alex Turner - soltó ella riendo y golpeándome el hombro.

- Oye, no fue estúpido lo que hice - comencé a reír a la par con Violet, ambos nos quedamos mirando y sonreímos - pensé que eras molesta Rixton.

- No lo soy, solo un poco entrometida quizás - dijo girando los ojos y tocándose el cabello - pero no puedes decir que te arrepientes a que te hubiese hablado, o que la estas pasando mal con mi compañía, ah?.

- Claro que no, de eso no hay duda, eres una compañía realmente agradable.

- Ya no te pases, ni que fuera para tanto de todas maneras ... -comentó sonrojada, se subió la manga de la chaqueta y revisó su reloj - Oh, Dios mio! Se me ha hecho demasiado tarde, van a ser las tres de la madrugada, perdón Alex la he pasado fantástico pero debo irme, lo lamento - me dijo con angustia.

- No te preocupes, no hay problema - pero claro que lo había, me quedaría solo de nuevo, aburrido y los cigarros ya se me habían acabado - Tienes auto? - pregunté entusiasmado a la leve negación cabeza, pero ella asintió.

¡Maldita sea!

- Adiós Turner, fue un placer tomarme unas varias tazas de café y compartir cigarros contigo - musitó ella para luego inclinarse hacia mí y su aroma dulce a tabaco de chocolate inundó mis fosas nasales, beso levemente la comisura de mis labios en la esquina y sonrió - estuve encantada de conocerte.

Quede completamente perplejo a su despedía, mientras la miraba despertar su pies del suelo y dar media vuelta y anhelaba más de ella, pero no se podía ya había cruzado la puerta y quizás ya había tomado el volante de su automóvil y además claro, ya son las tres de la mañana.

Y yo estaba tratando de cambiar de opinión.

{•}

- Eres un pendejo - susurro Ether al lado de su marido, ojeando una revista de cocina.

- Lo era - le corregi.

- Lo eres, y punto final - Peter río al las palabras de su esposa - no se te ocurrió algo más inteligente que quedarte sentado y debatir con tu pequeño cerebro de mono si ir o no ir detrás de ella?

- La verdad es que no - dije sinceramente y ambos soltaron una risa -. Y me arrepiento.

- Ese es el final supongo - gritó Peter desde la parrilla, los pescados ya habían sido desmenuzados.

- Claro que no - y sonreímos al mismo tiempo con Ether -. Hay mucho más.

- Esto me gusta - dijo mientras se exasperaba y levantaba las manos - historias de amor.

1 de Julio.

Hacía frío, como siempre, salí con una chaqueta larga y como nunca trate de ponerme un gorro, guantes en las manos quizás podían solucionar el frío excesivo que tenía.

Ya habían pasado unos días(y no los quise contar exactamente) y todavía no nos hemos encontrado. La verdad es que anhelo volver a verla, todos los días iba al bar a ver si estaba sentada en una de las sillas con sus dulces cigarros de chocolate esperándome, pero no estaba y pedía dos tazas de café ilusionado a que llegaría y estaría su taza esperándola, pero no había sido así.