7. TÚ

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Si vieras mi cara en este momento, seguro me matarías.

Siempre odiaste a sobremanera el alcohol por razones que entiendo, de cierta forma el alcohol marcó tu vida para siempre.

Ayer no fue la primera vez que estuve borracho, pero si la primera vez que no estabas ahí para reprenderme y, también, la primera vez que ha sido intenso; he vomitado en mi cama y mamá me ha alzado la voz como hace tiempo no lo hacía, seguro que Sarah se llevará un fuerte regaño por esto, pero yo intercederé por ella. Anoche ha sido la primera vez que no he pensado en esa noche, que no he soñado con esa noche, que me he olvidado de ti. Sé que lo anterior suena muy fuerte, pero Joel, necesitaba ese respiro.

Te preguntarás qué ha sucedido y por eso estoy aquí, para contártelo:

Ayer Sarah y Gonzalo me secuestraron luego de que la ceremonia de graduación terminara, me detengo en este punto porque es importante, Joel, oficialmente somos pre-universitarios, sé que el tema de la universidad te motivaba demasiado, sé que estabas harto de la preparatoria y solo querías terminar esa etapa para dejarla atrás, bien, ¡lo hemos logrado! Pensé que el volver al colegio y ver a todos nuestros compañeros sería más difícil, pero resultó más sencillo de lo que creía; ellos hicieron que fuese sencillo, ellos también te extrañan, ellos prepararon un homenaje para ti. Sé que si ahora estuvieses con los ojos abiertos y en plena conciencia, estarías sonrojado. Nunca te gustó ser el centro de atención y ayer lo fuiste; aunque no estabas presente fuiste la estrella del evento, y el saber que tantas personas te aprecian y desean lo mejor, a mí me reconfortó. Incluso papá dio un discurso que seguro quedó gravado en la memoria de todos los presentes y que quedará por siempre para la historia del colegio, sobre todo teniendo en cuenta que papá siempre huye de los discursos.

Se supone que al terminar iría con papá, con mamá y con Sarah a cenar al que sabes que es mi restaurante favorito, sin embargo, Sarah cambió los planes, apenas concluyó el evento, se paró frente a mí y me raptó sin darle tiempo a mamá de que pusiese objeciones; yo dudé en un principio, pero luego, me apeteció perderme con ella y la seguí hasta su mini copper, Gonzalo tras nosotros. Sarah condujo hacia el mirador, parece ser que ese es el lugar de los encuentros, de las tristezas y las celebraciones, de las conversaciones hasta el amanecer, de la soledad y el amor, el lugar de todos, no solo tuyo y mío, pero sé que es tu lugar favorito en la ciudad, yo me sigo quedando con El Lago de Chapala, tú eres un romántico que ama las primera veces y, en ese mirador, ocurrieron la mayoría de las nuestras.

Una vez que estuvimos ahí, vimos cómo los cerros se tragaban al sol y luego vimos cómo el cielo comenzaba a teñirse de gris oscuro y luego cómo una a una las estrellas diminutas aparecían en el cielo; los tres acostados, Sarah en medio de Gonzalo y de mí. Empecé a extrañarte y estuve a punto de ponerme de pie e irme. ¿Qué demonios hacía ahí sin ti? Pero Sarah comenzó a hablar sobre ella, y me di cuenta de lo egoísta que había sido, los últimos meses todo había sido sobre mí, no pensé en mi hermana, no pensé en los problemas que podía tener, no pensé que pudiese estar sufriendo; sentí que era un ingrato, me sentí el peor hermano. Tú sabes que Sarah es una chica que necesita mucho cariño y apoyo y yo centré toda mi atención en ti y me olvidé del mundo entero, lo anterior te molestaría mucho más que el hecho de que estuve borracho, lo sé y lo siento, prometo que estoy intentando volver a ser el Darío de hace tres meses; lucho cada día para recuperar mi sensatez y mi objetividad.

Ayer que escuché a Sarah el miedo me invadió, Joel. Tuve miedo que me dijera que había vuelto a recaer, que me dijera que toda esa mierda que le voló la cabeza hace cinco años volviese a atacarla, volviese a destruirla. Cuando Sarah pasó por todas esas crisis yo apenas tenía doce años y no tuve la madurez suficiente para entenderlo, para estar ahí con ella y apoyarla, y si la hubiese perdido yo... yo... Sarah salió adelante porque mamá y papá estuvieron con ella como ahora lo están conmigo, pero Joel, tú sabes lo difícil que fue, tú también lo viviste y por eso tenía tanto miedo.

Tú, yo, anarquíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora