22. TÚ

2.3K 381 231
                                    


Te miro.

Aún estás aquí, pero ya no estás.

Todo se detiene por un instante.

El mundo queda en silencio y, de la nada, vuelve a andar: el bullicio de afuera, los pasos que vienen y van, el bip-bip de las maquinas, las voces, la gota de suero que cae cada siete segundos exactos, el viento discreto que se cuela por la rendija de la ventana y el sonido exasperante de los cláxones.

De repente todo se mueve de una forma extraña, y el mundo entero se convierte en otra cosa.

¿Cómo nadie se da cuenta?

¿Por qué nadie hace nada?

Miro la habitación en la que he estado casi todos los días de los últimos cuatro meses, la que se convirtió en tu habitación, la que alguien obligó a que se convirtiera en tu habitación, tu última habitación, tu última cama, tu última ropa puesta: una escueta bata con la que debes tener mucho frío, o quizá no, ni frío ni calor; perdón, sigo siendo optimista, ya no puedo ni debo serlo... tus últimas paredes: blancas, impolutas y sin vida. De pronto, me parece que nuca he estado aquí, que nunca hemos estado aquí; es como estar en otro lugar, como si quedáramos atascados en un punto diferente a la vida que no se detiene aunque la nuestra lo ha hecho, se ha detenido. Un punto que debe estar en el segundo exacto de esa película que no quieres que termine, o en esa línea de un libro hermoso en la que en un preciso instante, sabes que estás a pocas páginas de concluir, y entonces te empieza la nostalgia, esa necesidad de leer más despacio, o de poner en pausa la película y salir a fumarte un cigarro. No sé por qué, de pronto, quiero creer en Dios y en los milagros, que abras los ojos y me mires, que la ciencia se equivoque y la realidad no lo sea tanto. No los abrirás, no volveré a encontrarme en tu mirada. Definitivamente estamos en este punto.

Sé que la mente es maravillosa, sé que es lo único que me queda, aunque luego mamá me obligará a no estar tanto en mi mente, a vivir en esa realidad donde tú ya no estás, lo sé, sin embargo mamá hoy no está aquí, así que tú aún puedes estar conmigo.

Tenemos ocho años, estamos viendo El mundo mágico de Terabithia, creemos que también en Guadalajara debe haber un bosque encantado y lleno de criaturas mágicas, nuestras mamás toman una copa de vino en el comedor, mientras tanto, planeamos a susurros cómo escapar de casa e ir a ese bosque la próxima vez que te quedes a dormir conmigo; comemos palomitas a puños y nuestra rebeldía se resume en terminarnos una coca cola de medio litro cada uno, aunque nuestras madres nos dijeran que tomáramos una para los dos; llegamos a esa parte en la que el niño se va al museo con su maestra, nuestro egoísmo infantil nos hace estar de acuerdo en que hizo bien en no invitar a la niña. Las palomitas se terminan y ponemos en pausa la película, nuestras madres se carcajean mientras vuelven a llenar sus copas, no nos dicen nada, tampoco se dan cuenta de que robamos una tercera coca cola del refrigerador. Volvemos a reproducir la película, el niño regresa a casa, tú me dices que nunca has ido a un museo, yo te miento y te digo que la vez que fui a uno, vi al esqueleto de un dinosaurio moverse de verdad, tú me crees, siempre me creíste y me seguiste en todo, sé que hubieras sido capaz de saltar de un segundo piso por mí. La niña rubia ha muerto, se ha caído cuando intentaba cruzar el río, ambos odiamos al niño por no haberla invitado, por haberla dejado sola, qué rápido se cambia de opinión cuando se es niño. Volteo a verte de reojo y te miro llorar en discreción, también quiero llorar, porque me imagino que yo voy a un museo y decido no invitarte y, entonces, te mueres. Este es el día en el que me doy cuenta de lo valioso que es tenerte como amigo y de que no quiero perderte. Me aguanto mis ganas de llorar, me gusta ser el valiente.

Joel, no te fallé, siempre estuve a tu lado, sin embargo, estamos en este punto, la vida es algo difícil de entender. Ojalá aquella noche de marzo hubiese podido ser tan valiente como lo eres tú. Yo hoy moriría por ti

Tú, yo, anarquíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora