Capítulo 1.

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"La peor cosa del mundo es cuando alguien te hace sentir especial, y de repente, te deja de lado. Y entonces tienes que actuar como que si no te importase. Aunque duela"


–¡Levanta ese culo de la cama! –escucho gritar a su madre.

Gruño entre las sabanas quitándoselas de encima. ¿Es que nunca se cansaría de levantarlo de esa manera?

Con toda la pereza del mundo, esa que tenía prácticamente todos los días, se dirigió al baño. Se cepillo los dientes con una lentitud impresionante. Hizo sus cosas pensando en que seguramente otro estúpido día le esperaba.

Bajo las escaleras lentamente, no quería entrar y pelear con su madre como todas las mañanas. Ya estaba harto de eso, de pelear siempre con su madre puro porque ella no podía mantener la boca cerrada.

–Buenos días –saludo amablemente sirviéndose un vaso de jugo.

–¿Qué tiene de buenos días? ¿Qué tiene de bueno tener que levantarte a gritos y todos los vecinos se enteren que tengo un hijo vago? –Jay gruño.

–Entonces no me levantes y listo –su lado a la defensiva salió rápidamente–. Nadie te obliga a levantarme, tu solita haces eso –la miro desafiante.

–Solo come si no quieres que te castigue –y ahí estaba la respuesta de siempre.

Los padres cuando no pueden ganar una pelea con sus hijos, de una vez amenazan o con castigarte, o te ofrecen unos buenos correazos, de eso se basan ellos. Se creen que tienen el poder solo por ser padres. Y ahí viene uno que se calla y no dice más nada.

–Como diga, señora –lo dijo con toda la repugnancia del mundo.

Se bebió el jugo con mala cara. A sus cortos 17 años parecía a troncha toro y él estaba bien con eso. Con que nadie se le acercara a él.

Termino su jugo y se levantó de la mesa, de despidió de su madre quien ni siquiera se tomó la molestia de responderle. Camino directo a su colegio. Vivía sumamente cerca de donde estudiaba y a él le gustaba, así no tenía que agarrar carro y podía ahorrarse ese dinero.

Las clases transcurrieron como todos los días, aburridas. Y ultima hora le tocaba inglés y tenían un examen. Él no había estudiado ¿Para qué? Si no entendía un bledo. No valía la pena gastar su tiempo en ello. Aunque era el mejor de la clase sin presumir, él ni siquiera se tomaba la molestia de estudiar.

–Hey, Louis. Hey –un chico lo llamaba desde su espalda.

–¿Qué? –pregunto de mala manera.

–Pásame la cinco.

Y ahí estaba otra respuesta. Sus compañeros la mayoría del tiempo le hablaban era para pedirles las respuestas en los exámenes.

–No –gruño.

Se concentró de nuevo en su examen. Le faltaba poco para terminarlo y largarse de ese infierno y llegar a otro.

–Louis –volvió a escuchar su nombre pero ahora a un lado de él.

–¿Qué quieres, Eleanor? –pregunto de nuevo de mala gana.

–Si me pasas la 8 te doy una mamada en los baños –la chica dijo seductoramente.

Louis quiso reírse en su cara. La verdad estuvo a punto de hacerlo si no fuera porque estaban en un examen y lo más probable es que lo quitaran.

Soy gay –dijo con una sonrisa–. Es realmente lamentable.

Miro como la chica jadeo sorprendida y con una sonrisa orgullosa se levantó de su pupitre y entrego su examen. Todos lo miraron con odio porque él era el que siempre entregaba los exámenes de primero. Él solo los miro deseando que un terremoto sucediera y todos cayeran al suelo y se pusieran a lloriquear como nenas.

Excepto a su mejor amigo Zayn, a él ni con el pétalo de una roza por favor.

(...)

Camino de vuelta a su casa, daba pasos tan lentos que cualquiera creería que llevaba piedras en los zapatos. Suspiro profundo viendo a una pareja pasar a un lado de él.

Llego y como siempre se encontraba solo. Hizo su tarea para no dejarla acumular ¡Milagro! Porque él siempre dejaba todo para última hora.

Rápidamente la noche llego y su madre ni siquiera había mandado un mensaje. ¿De qué se extrañaba? Si siempre era así. Se acostó boca arriba y analizo su vida. Tenía esa costumbre, era como que si su cerebro quisiera hacerle la tortura de recordar todos los momentos donde la había cagado, sobre todo en su vida amorosa, todos esos chicos que llegaron pero nunca se quedaron, los que querían solo sexo y él al no abrírseles de piernas los corría, o aquellos que no soportaban sus cambios de humor tan drástico. Él no era así, tenía mucho amor que dar, pero ¿a quién? Tenía a su mejor amigo, pero él tenía otro tipo de amor, ese que no le puedes dar a un mejor amigo. Pero nadie llegaba y duraba lo suficiente como para descubrir esa faceta. Todos salían casi que huyendo, o simplemente no le hablaban más. Él era bueno, cursi, un romántico apasionado y una prueba de ello. Era todas esas veces que en las noches imaginaba el mundo perfecto.

Que aunque él estaba consciente de que eso solo ocurría en su mente, se sentía bien imaginar una vida diferente, era agradable pensarlo. Lo sentía correcto, y era lo único que él mundo no podía negarle.

En frente de él estaba un chico alto, aunque no podía ver bien su rostro si podía ver su silueta. Tenía una sonrisa en su rostro, podía distinguirla perfectamente. Una sonrisa chueca, de lado.

Estará todo bien, Louis –esa voz tan ronca hizo que su piel se achinara.

¿Cómo sabes mi nombre? –pregunto.

Soy yo, tu chico. Solo tienes que desearme y estaré a tu lado.

¿De qué hablas? –pregunto confundido.

Tienes solo una oportunidad. ¿Por cuánto tiempo quieres que este a tu lado?

Louis lo miro raro ¿Quién era ese chico y porque decía eso?

No te entiendo. ¿Tiempo? ¿Tiempo para qué?

Tienes que pensar bien las cosas –el chico seguía con la sonrisa en su rostro.

¿Un mes tal vez? –dijo al azar siguiéndole el juego.

Un mes será –concluyo el chico abrazándolo.

Se paró con su corazón latiendo a mil por hora. Sintió su frente sudada y su respiración estaba agitada. El sueño. Se había sentido tan real.

Tu chico

Recordó aquello. Entonces supo todo. Era eso que se imaginaba todas las noches. Era el chico que siempre describía en sus pensamientos.

Volvió a cerrar sus ojos tratando de seguir soñando lo mismo. Soñar con una persona, que te demuestre que no estás tan jodido como piensas

Pide un deseo {Larry Stylinson} {Mpreg}Where stories live. Discover now