Capítulo 16.

12K 1.2K 435
                                    

"Y ese era su error favorito."


–¿A dónde iremos? –Louis pregunto mientras se alejaban de la universidad.

–Es sorpresa.

El menor resoplo audiblemente.

–¿Y si no ando vestido como es, y no nos dejan entrar?

Harry detuvo el paso mirándolo.

Eres precioso, no importa como estés vestido.

Louis se sonrojo mientras le daba un beso a su novio.

Siguieron caminando hasta que llagaron a un pequeño restoban. Harry abrió la puerta para Louis como un caballero. Entraron haciendo que la típica campanita sonara sobre sus cabezas. Buscaron una mesa desocupada que estuviera alejada de todas las personas, y lograron encontrarla. El rizado se adelantó y jalo la silla para Louis para que se sentara.

–¿En qué puedo ayudarlos? –una muchacha se les acerco amablemente.

Luego de ver la carta de menú. Ambos se habían decidido por unas hamburguesas.

–No quise que esta cena sea como todas las cliché –Harry hizo una mueca–. Donde van a un lujoso restaurante, piden lo más exquisito de la carta, y al final no se comen todo. Espero que no te importe.

Louis rio adorablemente.

–No te preocupes, amor. Todo está perfecto.

La misma chica llego con sus pedidos. Y como no era una cena cliché, ellos agarraron las hamburguesas entre sus manos y comenzaron a comer llenándose todos los dedos de salsa.

–Tienes algo aquí –el rizado señalo.

El castaño lo miro y Harry se levantó sobre la mesa y pasó su lengua por la comisura de sus labios, donde se encontraba una mancha de mostaza.

–Listo –dijo satisfecho.

Siguieron comiendo entre risas y animadas charlas entre ellos. Y Harry pudo descubrir algunas cosas:

Amaba ver a Louis sonreír.

Amaba verlo tan feliz.

Le encantaba el contraste que hacia la luz con sus ojos azules.

Y también descubrió que:

Estaba completamente enamorado de su chico precioso.

(...)

Llegaron a la casa de Louis agarrados de la mano. Ninguno de los dos querían despedirse había sido una noche increíble. Y simplemente pasarla uno junto al otro era lo mejor.

Cuando se miraron a los ojos, ahí estaba presente lo que había entre los dos. Esa atracción, y sin decir alguna palabra. El castaño abrió la puerta y ambos entraron.

Jay no se encontraba, puesto que le había tocado el turno de la noche toda esa semana. Y todavía sin pronunciar alguna palabra, subieron las escaleras hasta la habitación del castaño.

Apenas la puerta se cerró ambos comenzaron a besarse de forma delicada, Harry poso sus manos en la cintura del menor guiándolo hasta la cama. Allí lo acostó y se subió encima de él. Lo siguió besando, haciendo que sus labios de vez en cuando soltara algún que otro chasquido.

Tuvieron una sesión de besos que solo ayudo para que el calor del momento aumentara. Ambos consiente de lo que iba a pasar a continuación. Comenzaron a desnudarse mutuamente. Tocándose con amor, con cariño. No había morbo en la situación. Ellos hacían las cosas con paciencia, con delicadeza.

Te quiero, precioso –Harry susurro besándolo de nuevo.

Ambos yacían desnudos sobre la cama. Habían unidos sus cuerpos en uno. Se habían demostrado cuanto se habían comenzado a querer en esas dos semanas que llevaban de conocerse.

Louis estaba acostado con el pecho a la cama con la cara mirando a la dirección del rizado. Este estaba apoyado de medio lado con la cabeza en su puño. Con su mano desocupada, trazaba con sus dedos líneas imaginarias desde la espalda del menor hasta sus nalgas.

Beso su hombro, dejando sus labios allí por varios segundos.

Louis, que era algo inseguro miro a Harry y se acercó a él besándolo.

–¿Te arrepientes de lo que hicimos? –pregunto tímido.

–Jamás me arrepentiría.

Y entre beso y beso. Y muchas caricias.

Hicieron el amor por segunda vez.

Pero se les había olvidado algo. No habían usado protección.


Pide un deseo {Larry Stylinson} {Mpreg}Where stories live. Discover now