Pide un deseo {Larry Stylinson} {Mpreg}

Capítulo sorpresa.

¡Dedicado a ti! 

Desde un principio. GRACIAS POR TODO. ¡Son los mejores lectores!

2 años después.

–Te amo –susurro el castaño besando al rizado.

Harry sonrió enormemente al oírlo susurrar eso en su oído. Siguió moviéndose dentro de su novio¸ penetrándolo con más fuerza pero con todo el amor del mundo.

–¡Ahmm! –Louis gimió.

Llevo sus pequeñas maños a la espalda del mayor y clavo sus uñas. Sus labios estaban abiertos, jadeaba y gemía incoherencias que para Harry era la gloria.

Unos cuantos minutos más y ambos se corrieron entre las sábanas blancas de la habitación.

–Creo que es un buen momento –Louis hablo.

Harry mirándolo con su respiración agitado lo beso delicadamente.

–¿Un buen momento para qué? –pregunto acomodándose mejor en la cama y abrazando al chico.

–Seremos padres, de nuevo.

(...)

–¡Maximiliano ven acá!

El niño de ahora cuatro años corría por toda la casa, desnudo, en interiores solamente. Harry bufo al ver que no podía agarrar a su hijo. Se cruzó de brazos cuando llego al final de las escaleras y miro a su hijo que lo veía con diversión en su rostro desde una distancia prudente.

–¿Papá ya está cansado? –se burló.

–Solo tengo 25 –el rizado rodo los ojos–. ¿Cómo es que tienes cuatro y hablas bien?

El niño se encogió de hombros.

–Papi me enseña.

Louis salió de la cocina con unas galletas en las manos que acababa de hornear, vio la situación y no pudo evitar que una sonrisa se apoderada de su rostro.

–¿Qué le etas haciendo a tu padre Max?

El niño lo miro inocente.

–Nada, papi.

Louis negó riendo. Vio las manos del rizado, este tenía la ropa del niño de ojos verdes en sus manos.

–No se quiere dejar vestir –Harry reprocho.

Louis guiñándolo un ojo dijo:

–Ve y aprende.

Dejo las galletas a un lado y miro a su hijo seriamente, levanto una ceja y con voz firme le dijo:

–¿Por qué no te dejas vestir? –el niño solo se le quedo mirando–. Toma tu ropa, sube a tu habitación y vístete.

–Sí, papi.

Max agarro la ropa de las manos de su otro padre y salió corriendo para su habitación. Harry fue el que ahora negó divertido.

–Nunca aprenderé –hizo un puchero.

Louis se acercó hasta él besándolo lentamente.

–Pues viene otro en camino –llevo las manos del rizado hasta su abdomen que solo se notaba un poco.

–No sabes lo ansioso que estoy de que nazca –Harry se agacho y beso la barriga del castaño.

(...)