Pide un deseo {Larry Stylinson} {Mpreg}

Capítulo 6.

 "Y su mundo se sentía completo"

Luego de miles de disculpa por parte del pelinegro por haber interrumpido el beso. Los tres se dedicaron a ver una película.

Zayn miraba de reojos como la pareja se daba mimos. Nunca había visto a su amigo así antes. Se sintió feliz por Louis, él se lo merecía todo.

–Nos vamos Zaynie –Louis hablo sonriendo.

El pelinegro bufo por el apodo.

–¿Harry te acompañara?

Louis asintió mordiéndose el labio.

Se despidió de su amigo con un abrazo. Salió de la casa con Harry entrelazando sus dedos. Vio como el rizado admiraba sus manos, siempre hacia eso y se la hacía un poco raro ¿Qué tenía de especial?

–Harry –hablo llamando su atención.

–Sí, bebe.

Sonrió enormemente, siempre le habían gustado los apodos cariñosos y bebé era su preferido. Titubeo un poco balanceando sus manos y mirando la punta de sus zapatos.

–¿Qué es lo que sucede? –Harry se detuvo mirándolo–. ¿Estas bien?

De repente la pena entro en el cuerpo de Louis impidiéndole hablar y formular su pregunta. Miro al pecho de Harry dándose cuenta de un bonito colgante en forma de avión. Louis agarro el collar entre sus dedos observándolo. Su barbilla fue alzada por los largos dedos del rizado.

–¿Tienes frio?

Harry suavemente toco su mejilla notándola fría. Se quitó el suéter que llevaba puesto colocándolo por encima de los hombros del castaño. Este sonrió tímido.

–Gracias –susurro.

–¿Mucho mejor? –Harry lo miro acariciando con su pulgar su mejilla derecha.

Louis asintió un tanto nervioso. Miro los labios del rizado. Quería besarlo, y probar esos labios desde el día que lo conocía. Tomo aire y valor para hacerlo.

Pero fue jalado por la mano de Harry incitándolo a seguir su camino.

–Tengo una pregunta –Louis rompió el silencio cómodo que se había formado–. ¿Dónde vives?

El rizado medito su respuesta un momento.

–Estoy viviendo en una pequeña habitación que me alquilaron no muy lejos de tu casa –informo. Miro hacia abajo para ver el ceño fruncido de Louis–. Sé que tienes muchas dudas –le dio un ligero apretón–. Pero entenderás todo, amor, te lo prometo.

Louis sonrió creyendo en sus palabras. Y es que como no creerle si se escuchaban tan dulce y verdaderas.

Llegaron a la entrada de la casa de Louis este miro la puerta sin querer soltar la mano del rizado. Este sintió como el castaño dejaba salir un suspiro.

–¿Quieres que me quede un rato? –sugirió.

Louis asintió emocionado caminando a la entrada. Saco la llave del bolsillo delantero de sus pantalones abriendo la puerta. Le dio paso al rizado y este entro dirigiendo a la sala a sentarse en el sofá.

–¿Quieres algo de beber?

La atmosfera entre ellos era pesada, y ambos la podían notar. Harry le hizo señas para que se acercara hasta él. Louis hizo caso sentándose en el regazo del rizado con sus indicaciones. Sus piernas quedaron a cada lado de las caderas de Harry.

–¿Por qué tan nervioso? –el más alto susurro solo para ellos dos.

–No lo sé –Louis admitió.

Harry dio un beso en su mejilla tratando de tranquilizarlo.

–¿Podrías quedarte a dormir? –Louis susurro con miedo al rechazo.

La pregunta agarro con la guardia baja a Harry. Lo miro y pudo ver el miedo en sus ojos a que él dijera que no.

–¿Qué pasa con tu mamá?

–Ella está trabajando –Louis contesto–. ¿Eso es un sí?

–Como lo dije por mensaje –Harry lo miro con una sonrisa donde se marcaban sus hoyuelos–. Lo que sea por ti, bebé.

Y en ese momento, Louis se sintió la persona más feliz del mundo.