Capítulo 11.

14.4K 1.4K 280
                                    

Estaba emocionado. Mi reloj marcaba las seis de la tarde y teníamos que estar a las siete en la casa de Niall. Quien no tengo ni la mejor idea en donde vive el rubio.

–¡Mamá! –grite desde mi habitación.

Oí como sonaban las escaleras por sus pasos. Abrió la puerta con una mueca en su cara, y jadeando, oh bueno, el subir las escaleras la canso, la edad ya le está pegando.

–¿Qué sucede? ¿Por qué gritas?

Puse mi mejor cara de inocente y la mire tiernamente.

–¿Me ayudas a escoger que ropa colocarme?

Ella me miro incrédula escrutándome con la mirada. Oh bueno, no pensó que la llamaría para eso, pero ¿Quién en su sano juicio le pide consejos de moda a su mama? Oh sí, yo. Y solo porque quiero impresionar a Harry.

–¿Me estas jodiendo? –pregunto con una ceja alzada.

–No –mire toda la ropa tirada en la cama- De verdad necesito que me ayudes.

–Louis, ya estas bastante grandecito para saber que colocarte.

Bufe ante eso. ¿No puede decir y ya? Sinceramente me arrepiento de haberla llamado. Suspire cansado tirándome de espalda en la cama encima de toda la ropa. No me importa que se arrugue.

Ella seguía mirándome ¿Qué quería? ¿Un autógrafo? Y sí, me moleste. Digamos que puedo ser que me enoje fácilmente, tan solo un poco.

–¿Ahora qué? –le pregunte.

–Estas arrugando la ropa.

Mentiraaaaa.

Mi sarcasmo de hizo presente.

–Louis... –advirtió.

Mi madre me miro molesta, ella odiaba que usara el sarcasmo con ella, pero ella me hacía usarlo. ¿Ósea que le pasa?

–Lo lamento ¿sí? –el estrés me tiene realmente mal si estoy dando el brazo a torcer tan rápidamente–. Es que iré a la casa de Niall y Harry me vendrá a buscar y me quiero ver bien.

Podría jurar que mi madre se convirtió en otra persona en ese momento. Su cara cambio de una forma que me asusto, y no exagero.

–¿Harry vendrá por ti? –pregunto emocionada.

Asentí lentamente mirándola raro. ¿Ahora qué le pasa?

–Sí, pero no creo que vaya.

Y ahí va Louis Tomlinson haciéndose la víctima.

–Eso lo podemos arreglar.

Muy emocionada me levanto de la cama y comenzó a revisar en toda mi ropa. Bueno, creo que lo que Harry me dijo era verdad. Le caía demasiado bien a mi madre. Mucho para mi gusto.

Me tiro en la cara un par de pantalones negros, y una camisa gris de botones con una chaqueta. Lo mire detenidamente y silbe.

–Woo –dije asombrado–. No pensé que podrías escoger tan bien mi ropa.

Ella coloco una sonrisa en su rostro orgullosa. Rodé los ojos ante su mirada.

–¿A qué hora viene Harry?

–A las siete.

–Pues mueve ese culo –pero que vocabulario, luego me regaña de que uso sus mismas palabras–. Son las seis y media, vendrán por ti en media hora.

Corrí, literalmente. Entre al baño rápidamente, con la risa de mi madre por detrás de mí.

Me mire por última vez en el espejo. Me veía realmente bien, siendo modesto. Acomode por última vez mi cabello y me coloque mis vans.

–¡Vinieron por ti!

Mi madre grito desde el piso de abajo. Los nervios comenzaron a apoderarse de mi cuerpo. Respire profundo, otra mirada en el espejo, y salí de mi habitación.

Harry estaba hablando amenamente con mi madre y ella le sonreía. Se dieron cuenta de mi presencia y ambos voltearon a verme.

–Waooo –Harry me miro de arriba abajo–. Te ves precioso.

Mis mejillas se colocaron de un rojo. Le sonreí con timidez.

–¡Diviértanse chicos! –mi madre grito desde la puerta.

Cuando salimos el chico rizado que iba caminando a mi lado entrelazo nuestros dedos, como costumbre beso mis nudillos y luego mi mejilla.

–¿Tu madre no dice nada de que no pases el fin de año con ella?

–No –negué–.Ella lo pasara con unos tíos.

El asintió. Seguimos caminando hasta llegar a la casa de Zayn. De allí nos iríamos para la cada de Niall.

–Chicos ni siquiera entren.

Salió por la puerta trancándole detrás de él. Harry y yo nos miramos y luego a mi mejor amigo.

–¿Qué sucede?

–Mi madre esta vuelta loca –él se encogió de hombros y paso por delante de nosotros–. No le gusta la idea de que pase con Niall fin de año.

Yo sonreí ante aquello.

–¿Están juntos? –la voz de Harry reflejaba sorpresa.

Zayn y yo soltamos una carcajada.

–Sí, amigo –mi mejor amigo respondió–. Así como tú y yo Louis deberían.

–¡Zayn! –chille.

Él solo rio. Comenzamos a caminar para la casa de Niall que no quedaba tan lejos, a tan solo cinco cuadras. Mis pies ya dolían, esto de caminar no era lo mío, definitivamente no.

La casa del rubio era muy bonita, como todas de la zona, era de dos pisos. Nos recibió con una enorme sonrisa en su rostro. Quede atónito cuando vi como Zayn agarraba las mejillas de Niall y lo besaba. El rubio se separó con sus mejillas rosadas.

–No te avergüence, amor, ellos ya lo saben.

Niall le asintió en respuesta y nos saludó alegremente. Aun con esa imagen en mi cabeza entramos a la sala de nuestro amigo. Todo estaba decorado muy bonito. Comenzamos a charlar esperando que se hicieran las doces y despedir este año y recibir otro.

–¿Quiere salir a tomar aire? –Harry susurro en mi oído.

Asentí. Levantándonos, le avisamos a la pareja que se estaba mimando al frente de nosotros que saldríamos, ni siquiera nos prestaron atención. Ellos estaban en su burbuja.

Caminamos hasta la parte trasera saliendo al patio. La noche se veía hermosa. Había un poco de frio y me abrase a mí mismo. Sentí los cálidos brazos del chico rizado abrazándome por la espalda. Coloco su barbilla en mi hombro y beso mi mejilla.

–No me cansare de decir que estas precioso.

Mis mejillas se tornaron de un rojo y susurre un pequeño gracias.

No sé cuánto tiempo pasamos allí, sin hablar. Disfrutando de la comodidad de estar juntos, abrazados bajo la noche.

Revise la hora en mi reloj de mano y solo faltaba un minuto para que el año acabara. Los brazos de Harry abandonaron mi cuerpo y me voltee mirándolo con una rosa en la mano. Que no sé de donde la había sacado.

–¿Quieres ser mi novio, Louis? –pregunto justo cuando el reloj marco las 12.

Asentí con mi cabeza emocionado. Los cohetes se escuchaban detrás de nosotros, los gritos de las demás personas celebrando por un año nuevo, y yo estaba ahí. Con él.

Se acercó lentamente a mí rozando nuestras narices. Podía sentir su respiración en mis labios. Hasta que por fin sentí su tacto.

Por primera vez nos estábamos besando. Con los fuegos artificiales en el cielo, las personas en sus casas a nuestro alrededor festejando la llegada de un nuevo año.

–Feliz año nuevo –él susurro sobre el beso.

Y juro que en mi cuerpo no podía caber más felicidad.

Pide un deseo {Larry Stylinson} {Mpreg}Where stories live. Discover now