Capitulo 29

864 65 21
                                    

Al día siguiente desperté mas temprano ya que quería tener una linda sorpresa para mis mas fieles amigas Nora y Priscila, rápidamente me encargue de mi aseo personal y me puse un sencillo jean de pretina alta que se amolda fácilmente a mi figura, una blusa azul holgada corta y unas sandalias negras, deje secar mi cabello al natural y solo aplique bloqueador solar en mi rostro y humectante labial.

Salí de mi cuarto y me dirigí a la cocina para pedir ayuda de una de las cocineras, les pedí preparar el desayuno favorito de mis doncellas que son huevos revueltos con queso y tocino, por ultimo una jarra jugo de naranja y con ayuda de una sirvienta que llevaba el desayuno me dirigí al cuarto compartido de las gemelas, aun era temprano, a esta hora ellas apenas deberían estar despertando para asearse e ir a mi cuarto.

Toque la puerta y me abrió una Priscila preocupada.

Priscila:- Buenos días su majestad - e hizo una reverencia, seguramente por la presencia de la joven mujer que me ayudo a traer el desayuno.

Isabel:- Buenos días Priscila, pasa algo? - dije preguntando por su expresión facial, ella desvió su mirada hacia la mujer que me acompañaba como queriéndome decir que no diría nada frente a ella - deja el desayuno sobre el tocador por favor - dije dirigiéndome a la joven mujer uniformada - y muchas gracias por tu ayuda, ya puedes retirarte.

Sirvienta:- Fue un gusto mi señora - dijo haciendo una reverencia y saliendo del cuarto.

Priscila se apresuro a cerrar bien el cuarto, lucia demasiado preocupada me estaba comenzando a poner de los nervios.

Isabel:- Cuéntame que pasa Priscila, me estas asustando - dije tomando sus manos en señal de confianza.

Priscila:- Nora no esta - dijo con voz apagada.

Isabel:- Eso puedo notarlo claramente, donde esta? - pregunte con intriga, porque le preocupa que su hermana no este en el cuarto?

Priscila:- No, no me refiero a eso, me refiero a que no la encuentro por ningún lado y su armario esta completamente vacío, no están sus cosas a excepción del colgante de cuarzo que nos regalo nuestra madre antes de morir, ella nunca se iría sin el - dijo con demasiada preocupación, lo note por la lagrima que se deslizo por su mejilla.

La tome de los hombros y la acerque a mi para arroparla en mis brazos mientras dejaba que se desahogara en mí.

Isabel:- Tranquila, todo estará bien, probablemente solo quiere unas vacaciones, la encontraremos no te preocupes - dije acariciando su cabello para reconfortarla pero estaba tan concentrada en ella que no me di cuenta que yo también estaba llorando, me preocupa de sobremanera que le pase algo a Nora, pero porqué se llevaría su ropa y no el colgante que le dio su madre, sabia lo importante que es para ella, esto esta demasiado raro, pero no puedo decirle lo que pienso a Priscila por que solo lograría alterarla mas - Ya le dijiste a tu padre? - negó con su cabeza - Bien, ve a lavarte el rostro, aquí te espero - se fue y regreso en pocos minutos, lucia un poco mejor, tenia los ojos un poco rojos e hinchados por el llanto - sígueme - la tome de la mano y salí del cuarto con ella dejando en segundo plano el desayuno y la sorpresa.

Me dirigía al salón del trono, en el camino me detuve frente a un guardia de vigilancia.

Isabel:- Buenos días - dije cordial.

Guardia:- Buenos días Reina, como puedo servirle? - dijo haciendo una reverencia.

Isabel:- Por favor comunícale a mis padres, al guardia Roberto y a mis prometidos que deseo verles lo antes posible en el salón del trono.

Guardia:- Será un placer su majestad, con permiso - dijo haciendo nuevamente una reverencia y saliendo a cumplir mis ordenes.

Una hora después ya se encontraban mis padres, el padre de Nora, Priscila y mis chicos en el salón del trono, mi padre fue el primero en hablar.

Amor Entre Reinos (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora