Amor Entre Reinos (+18)

Capitulo 54

Narrador Omnisciente

Isabel espero un momento para asegurarse de que Brayan permaneciera inerte sobre su escritorio, en cuanto tuvo la certeza de que él ya no seria un problema decidió salir de aquella oficina, debía ser muy precavida si no quería ser descubierta, en caso de que algún guardia que custodia aquel lugar la atrapara todo estaría perdido y lo que acababa de hacer sería en vano.

Salió al pasillo caminando lento e intentando no hacer ruido al caminar, con sus sentidos alertas en caso de que alguien se acercara, escucho unas voces provenir a su izquierda, cada vez se escuchaban mas fuertes incluso podía sentir sus pasos al acercarse, alarmada busco un lugar donde esconderse pero no había alguna puerta por la que pudiera ingresar, en cambio había una estatua de yeso en medio del pasillo, se apresuro a esconderse tras dicha escultura, gracias a su figura delgada quedo oculta ante los ojos de los guardias que hablando animadamente sobre mujeres pasaban en frente suyo cruzando el pasillo, contuvo la respiración para evitar ser descubierta, en cuanto los perdió de vista soltó el aire que estaba reteniendo acompañando de un suspiro. Lentamente y sin hacer ningún ruido salió detrás de la estatua mirando hacía el lugar por donde se habían ido los guardias para asegurarse de que no estuvieran cerca pero algo puso todos sus sentidos alertas, alguien la tomo por detrás y puso la mano sobre su boca evitando que pudiera soltar algún sonido alertando a las personas que pudieran escuchar, temblaba y sudaba del miedo, quien la sujetaba tenía un fuerte brazo alrededor de su cintura y la arrastraba hacía atrás evitándole poder observar hacia donde era llevada, se removía y pataleaba todo lo que podía para zafarse pero la persona que la sometía tenia demasiada fuerza, intento todas las estrategias de defensa personal que sabía y nada podía lograr que la soltaran, solo atino a darle un golpe en el rostro a dicha persona a pesar de esto seguía sujetándola con fuerza, escucho el sonido de una puerta ser abierta y la ingresaron hacia una habitación de tamaño mediano con una cama, sin cuidado alguno fue arrojada sobre la cama y pudo respirar mejor ahora sin el obstáculo en su boca, enfoco su mirada con el seño fruncido sobre la persona que la había arrastrado hacia allí pero abrió grande sus ojos de la impresión, comenzó a temblar de miedo imaginando lo peor, ahora que Brayan no estaba para protegerla se sintió demasiado vulnerable.

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Nicolás, Adrián, Rayan y Tomas estaban frente a las filas de los soldados y guardias escogidos para el operativo en el cual irían a rescatar a Isabel.

Tomas:- Cualquier paso en falso puede resultar en el fallo de nuestra misión - hablaba fuerte para que todos en el sitio escucharan sus palabras - recuerden que irán a rescatar a su reina y si están allí de pie es porque son los mejores para dicha misión - su discurso era una mezcla entre advertencia y motivación - no pueden haber errores, no pueden haber fallas, solo trabajando en equipo lograremos nuestro objetivo - termino por decir dándole la palabra a los reyes, ellos cuatro serían los encargados de liderar el rescate. Mediante su comunicación de miradas los tres quedaron de acuerdo en que Nicolás fuera el encargado de decir lo que querían comunicarle a las personas que se arriesgarían en el operativo.

Nicolás:- Lamentamos mucho poner en riesgo sus vidas - aclaró a pesar de que a cada uno de ellos se les dio la oportunidad de declinar en caso de que no quisieran correr riesgo - no pueden haber errores, la prioridad es preservar sus vidas y rescatar a la reina, si están aquí es porque son de los mejores en lo que hacen, son inteligentes, fuertes, honorables entre otras cualidades necesarias para cumplir nuestra misión, sabemos que cada uno de ustedes tiene una familia en su casa velando para que lleguen sanos y salvos entonces quiero que piensen en eso, utilicen esas cualidades que los caracteriza para lograr el objetivo y preserven sus vidas pensando en cada una de sus familias, nuevamente gracias por estar hoy acá, les deseamos la mejor de las suertes y que Dios nos acompañe - con todo dicho los cuatro junto al batallón que los acompañaba partieron rumbo al lugar en donde mantenían retenida a Isabel.