10. control.

1.8K 132 4
                                    

- pero si dices que incluso te ha insinuado que quiere volver a hacerlo y te dio su número. Por algo será ¿no? -Sabela siempre tenía esa sensibilidad para hablar. Alba sentía que hablaba con alguna consejera de estas ancianas y sabias.

- ya... puede ser. No sé.

- ¡Alba Reche eres una puta diosa del olimpo! -María, en cambio, era un tanto más directa.- esa morena debe estar MURIÉNDOSE de ganas de volver a verte, así como tú o tal vez más. Así que tienes hasta que tu exmujer te traiga de nuevo a tus críos para invitarla a la casa y darle el puto honor de follar contigo ¿¡me oyes¡? Y si te dice que no pues es gilipollas y no tiene ojos en la cara. Que te deje de gustar.- la rubia soltó aquel monólogo casi sin respirar. En otra vida tuvo que haberse dedicado a las charlas motivacionales.

- pues estoy justa de tiempo. Que el  jueves por la tarde los niños vuelven porque...

- ¿dos días?- se sorprendió sabela.

- ya, no me habléis de eso, que tiene harta.- dijo, ya cansada de darle vueltas al mismo tema.

- ¿y los peques?

- ya ni preguntan, no esperan su llamada... el otro día les canceló a último momento y les dio igual.

- ¿pero lo habéis hablado con ella?

- lo hablo todo el tiempo, Sab. Cansada estoy de decírselo.- se reclinó en el sofá y echó la cabeza hacia atrás.

- ya, pero no me refiero a vosotras dos, Olivia y Ander tambien.

- es que no sé si quiero exponerlos a eso -frunció las cejas pensándolo.

- ¿a qué? ¿A hablar de sus sentimientos con sus madres? No me imagino una situación más controlada que esa... yo lo intentaría, si ya luego no quieren hablar pues les respetas la desición.

- y les mandas a terapia ya de paso -opinó María que estaba en silencio recuperándose de su efusivo discurso. Normalmente pasaba cuando estaban las tres juntas, Sabela acostumbraba a ser la voz de la razón y maría era la de la motivación.- es que ya me jodería no poder hablar de mis cosas con las jodidas señoras que me criaron.

- no todas la personas tienen los mismos tiempos ni los mismos modos... igual se sienten presionados y deben buscar otra manera de plantearles la situación para que puedan expresarse con comodida ¿sabes? Aunque tampoco hay nada de malo en ir a terapia, no necesariamente significa que hayáis hecho algo malo como madres ni mucho menos. -la tranquilizó la gallega, sabiendo lo mucho que Alba se presionaba con ese tema.

- ¿podemos cambiar de tema? -sugirió Alba, un tanto agobiada.- ¿qué tal con tu churri?- miró a María.

- bien... ahora está en la uni -dijo con una repentina sonrisa tonta.

- es que todavía no me creo que estés saliendo con una universitaria. -reflexionó sabela.

- pero cuéntanos algo más que el otro día casi no nos dijiste Nada.

- vale, a ver...

...

Había tenido que ir a comprar una fregona y productos de limpieza. Había costado lo suyo y tuvo que parar a mediodía para comer algo.

En realidad No estaba tan mal, lo imaginaba peor. Cuando vio el percal por primera vez sí que se agobió un poco, pero al rato se le pasó. No sabía si porque vio que iba más rápido de lo que creía que iría (la limpieza nunca fue su fuerte, se le da mejor mantener la casa/ furgoneta limpia que limpiarla cuando ya estaba sucia) o tal vez porque su cabeza estuvo veinte minutos dandole cuentas a otra cosa.

nómada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora