19. vestidos de tul.

1.9K 145 6
                                    

-Oli cariño, no puedes ponerte el mismo vestido todos los días.

- ¿¡pero por qué!?

- porque tengo que lavarlo de vez en cuando.

- ¡pero mami!

- lo lamento pero está sucio.

- ¿y el de andy?

- también. Os lo habeis puesto ayer los dos.

-jo.

Ante la falta de opciones que le proporcionaba su madre, Olivia decidió sentarse en el suelo y cruzar los bracitos repletos de garabatos hechos con rotulador que pretendían ser tatuajes.

- pues no quiero ir al cole hoy.

- ¿por el vestido lo dices?- la niña asintió con la cabeza.- Seguro que encuentras algo bonito para ir. No puedes faltar por eso.

- ¡pero mami!

- no, amor. Ir al cole es importante.

- el vestido también.

- lo sé, es importante para tí, pero no pasa nada por que vayas sin él un día. Ya mañana podrás usarlo.

- y no pasa nada por que me quede en casa un día, ya mañana podré ir.- cibtratacó.

-sí que pasa, pasa que no podrás ir a la casa de la tita sabela que pasa por vosotros después después del cole.

la niña chistó la lengua con  el ceño fruncido y subió las escaleras bajo, rumbo  su habitación, bajo la atenta mirada de su hermano que aprovechó el revuelo para comerse los cereales de su hermana.

- mamá dijo que nos iba a llevar de compras cuando vuelva.- comentó Ander a su madre. Voy a decirle que le compre otro... voy a vestirme que ya va a ser la hora ¿no?

- sí, amor. Algo que abrigue, que va a hacer viento en la tarde.

- vale.

Y el niño se levantó de la mesa con la calma que solía caracterizarlo en las mañanas.

Alba se dispuso terminar de limpiar la cocina. No era la primera rabieta por problemas de ropa ya no sólo con Olivia, también con Ander. Ambos tenían la graciosa costumbre de obsesionarse con una prenda de ropa especifica por un perdido no muy largo de tiempo. Era una de las razones por las que su mamá compraba un par de cada cosa, aunque luego cada uno tenga un estilo muy marcado.
Como han comenzado a escoger su propia ropa, prácticamente desde que son capaces de hacerlo; estos problemas eran bastante usuales y había aprendido a lidiar con ellos, tanto con Olivia como con Ander. Que tenían formas muy distintas de reaccionar y ameritaba distintas formas de manejarse. Cosas de mellizos.

Tras veinte largos minutos Alba subió a ver que estaban haciendo en la habitación.

Se encontró con la ropa revuelta sobre la cama, algo bastante habitual, y a Ander con unos pantalones con estampado de leopardo, un jersey de lunares rojos y la americana que usó en la boda de sus abuelos hace no demasiado tiempo. Claudia quiso comprarla un talle más grande para que le dure, aunque ya estaba comenzando a quedarle pequeña y se la ha puesto contadas veces.
Estaba sentado en el suelo terminando se ponerse las zapatillas con velcro

Por otro lado, Olivia llevaba una falda con unos vaqueros debajo, una sudadera con el dibujo de un gatito y unas zapatillas que hacían luces cuando daba un paso. todo en distintos tonos de morado. Últimamente le había dado por vestir monocromática.

- pero si estais monisimos.

Olivia no parecía estar segura.

-¡llaman a la puerta!- se alegró Ander levantándose del suelo antes de ponerse la zapatilla izquierda.

nómada Where stories live. Discover now