~5 (El secreto de los Johnson)

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➭𝗛𝗼𝗹𝗮 𝗱𝗲 𝗻𝘂𝗲𝘃𝗼! 𝗟𝗮𝗺𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗵𝗮𝗯𝗲𝗿𝗺𝗲 𝘁𝗮𝗿𝗱𝗮𝗱𝗼 𝘁𝗮𝗻𝘁𝗼 (𝟯 𝘀𝗲𝗺𝗮𝗻𝗮𝘀) 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝘀𝘂𝗯𝗶𝗿 𝗲𝗹 𝗾𝘂𝗶𝗻𝘁𝗼 𝗰𝗮𝗽í𝘁𝘂𝗹𝗼. 𝗟𝗮 𝗿𝗮𝘇ó𝗻 𝗽𝗿𝗶𝗻𝗰𝗶𝗽𝗮𝗹 𝗲𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗻𝗼 𝘁𝗲𝗻í𝗮 𝗶𝗱𝗲𝗮𝘀 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝘀𝗲𝗴𝘂𝗶𝗿 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝗮𝗹 𝗳𝗶𝗻𝗮𝗹 𝗺𝗲 𝗱𝗲𝗰𝗶𝗱í 𝗽𝗼𝗿 𝘂𝗻𝗮 𝗶𝗱𝗲𝗮 𝘆 𝗯𝘂𝗲𝗻𝗼...𝗮𝗾𝘂í 𝗲𝘀𝘁á. 𝗗𝗶𝘀𝗳𝗿𝘂𝘁𝗮𝗱!

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22 de Noviembre de 1997 (Nueva York) Maya:

Después de la terrible visita al señor Williams volvimos a la agencia y repasamos los datos obtenidos de la información conseguida.

Aquel día ya no nos quedaba tiempo para ir a visitar a la familia Johnson así que fuimos el siguiente.

Llevábamos prácticamente dos minutos detrás de la puerta de la casa de los Johnson esperando a que abrieran. Y nada.

Después de un minuto más, un niño de unos once años abrió la puerta sigilosamente como un ratón asustado mirando a un gato.

Wen se agachó hasta ponerse a su altura mientras que él se apartaba de ella, asustado.

—No voy a hacerte daño—dijo mi hermana.

—Mamá me ha dicho que no debo hablar con extraños—respondió el niño de la manera más adorable posible.

Era increíble el hecho de que Lucy tenía solo cinco años y su forma de pensar fuera la que fuera, mientras que David, el único hijo de los Johnson, tuviera seis años más que Lucy y se comportará de manera mucho más infantil.

—Somos amigas de los Peterson, somos detectives—dije yo, sabiendo que así nos dejaría entrar.

La cara del niño se iluminó, con cualquier signo de terror de su pequeño cuerpo.

—¿Sois amigas de Lucy? ¡Entonces sois mis amigas!—exclamó David extendiendo los brazos—¡pasad, pasad!

El joven se apartó de la puerta para dejarnos paso, nada más entrar David nos cogió de la mano y nos arrastró hasta el salón. La fuerza del niño era increíblemente desproporcionada para su edad, pues al menos a mí casi me estaba haciendo daño.

—¿David? ¿Quiénes son ellas?—preguntó una voz cerca de nosotras.

Aparté la mirada del pequeño niño y la dirigí hacia la voz, cercana a nosotras.

La voz pertenecía a un hombre rubio de altura media que poseía ojos avellana, debía de tener unos treinta y cinco años. Su mirada era notablemente dura y nos juzgaba con ella, podía sentirlo.

—¡Hola Papá!—dijo David con una sonrisa en el rostro—no te lo vas a creer pero ellas son detectives. Trabajan para los Peterson.

La cara del señor Johnson se relajó levemente, pero no del todo. Era obvio que algo no le cuadraba.

Inmediatamente noté que el señor Johnson era inseguro por naturaleza. Las personas que no confiaban en otras desde el primer momento me caían bien, tenían experiencia en la vida, al contrario de las personas confiadas.

—Buenos días, señoritas—dijo el señor Johnson de forma formal, bajando un poco la cabeza—¿que las trae por aquí?

Sabía que el punto fuerte de Wen no era precisamente iniciar conversaciones así que hablé yo.

Agencia de Detectives Nichols #1حيث تعيش القصص. اكتشف الآن