Agencia de Detectives Nichols #1

~15 (Este misterio ya es historia)

➭¡𝗔𝗻𝘁𝗲𝘀 𝗱𝗲 𝗹𝗼 𝗽𝗿𝗲𝘃𝗶𝘀𝘁𝗼! 💪

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Estábamos de nuevo sentadas en el sofá de los Peterson. El señor y la señora Peterson sentados en frente en sillones separados. Silencio total.

—Estamos muy cerca de averiguar la verdad, señores—rompí el perfecto silencio con mis palabras.

El señor y la señora Peterson giraron la cabeza hacia mí bruscamente. En los ojos del señor Peterson pude atisbar un pequeño brillo que jamás había visto, mientras que el rostro de la señora Peterson emanaba sorpresa y un poco de nervios.

—¿E-están seguras de lo que dicen?—preguntó la señora Peterson, trabándose con sus palabras.

Ambas asentimos.

—Completamente—esta vez respondió Wen.

—¿Y bien?—preguntó el señor Peterson, impaciente.

—Antes tenemos que confirmar una cosa—dije.

Wen y yo nos miramos, esperando lo que ahora tenía que pasar.

A parte del pequeño favor de los Johnson del día anterior, también habían organizado un "pequeño" complot.

Espoiler: el personaje principal era Lucy.

De un momento a otro, se oyó un ruido estrepitoso que procedía del pasillo, más concretamente, de la habitación de Lucy.

Tanto el señor como el señora Peterson se levantaron bruscamente del sillón y miraron en la direccion donde el ruido procedía.

—¡Lucy!—exclamó el señor Peterson, siendo consciente de la autora del ruido.

La señora Peterson se apresuró a la habitación de Lucy, tropezando por el camino. El rostro de la mujer seguía demacrado como el primer día. Aquello me provocó cierta tristeza.

—Esta niña...—el murmuro del señor Peterson me llevó de vuelta a la realidad.

—Deberíais de tratar de entenderos mejor—aconsejó Wen, con una voz suave.

—¡Es lo que trato de hacer!—elevó la voz, dolido—pero somos demasiado diferentes.

Me sorprendí al ver al señor Peterson vulnerable al encontrarse de bruces con un problema. Ya no se veía como un hombre adinerado, arrogante y tradicional, ahora se veía como un hombre vulnerable que no sabía como manejar una situación completamente nueva en su vida.

Ahora me daba cuenta de la razón que había tenido cuando le dije a Lucy que su padre no sabía como demostrar su amor. Era verdad.

Ambos estában sufriendo en silencio. No pidiendo ayuda a nadie. Quedándose en la oscuridad. Esperando a que las cosas se arreglaran sin apenas mover un dedo.

Si ninguno de los dos hacía nada para arreglar lo que estaba pasando en esta casa, debajo de este techo, las cosas jamás cambiarían.

No sabían como comunicarse, apenas sabían como hablar sin gritar o llegar a una discusión. Y tampoco entendían que se parecían mucho, tanto que sus personalidades colisionaban.

Esta familia necesitaba ayuda antes de que la situación empeorase aún más.

Dirigí mi mirada de nuevo al señor Peterson, observando como se sentaba en el sillón con las manos tapándose la cara de lo nervioso que estaba. Por fín estaba dejando ir su máscara y enseñándo su lado sentimental:

Había perdido a dos de sus hijos y no se comunicaba con su hija. Era increíble que hasta ahora no había dejado ver su tristeza.

—Señor Peterson—le llamé varias veces hasta que me miró a la cara—debe de despertar. Ambos necesitan ayuda, no tenga miedo de pedirla.