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La ciudad de New York es una de las ciudades más atareadas y concurridas, al igual que era una de la que más secretos solía tener.
En aquella ciudad vivía una perfecta y muy conocida familia, ya sea por sus comportamientos perfectos y educados, además de mostrarse muy amables. O por sus grandes ingresos gracias a una empresa global que era pasada de generación en generación por los Jones. La empresa de la miel de maple que era la más deliciosa del mercado, que ahora era llevada a cargo por el patriarca de los Jones, Mark II Jones.
Ahora, la familia estaba pasando un momento muy duro y triste, la muerte llegó a la familia de una manera sorprendente y muy devastadora para los miembros de tal.
Maison Jones, el mayor de los tres hermanos, gemelo de la segunda mayor, Madison Jones, había sido encontrado sin vida a las afueras de la ciudad en su automóvil con un disparo en el pecho y con una expresión que daría pesadillas a quien lo viera.
La devastada familia estaba en el funeral del joven, las hermanas, Madison, gemela del difunto, estaba consolando a la más pequeña, Marine.
La relación de hermanos que tenían el trío era algo de admirar, eran tan unidos sin importar que Marine era dos años menor que los gemelos. Siempre, sin importar qué, estaban juntos, apoyándose, animandose y cuidándose, aunque el varón era aún más protector con ambas muchachas, y ahora sin él, Madison había tomando el cargo de cuidar a Marine y protegerla de las peores bestias que habían pisado el planeta.
