BlackPink y Tú

Acuéstate conmigo

Jennie cerró los ojos y recostó su espalda contra la pared una vez que entró a la casa y cerró la puerta. Tuvo un día muy bueno, muy productivo, pero ya comenzaba a sentir el estrés acumularse en sus hombros luego de pensar en todo lo que tiene pendiente junto a las chicas.
Sin embargo, esos pensamientos rápidamente se esfumaron cuando se dio cuenta que su novia estaba en casa.

Lo primero que notó es que había dejado encendido el TV.
Su show favorito se veía en él, así que ella pensó que T/n estaría despierta observando.

—¡T/n~! —Habló emocionada. —Estoy en casa~

Parecía no poder contener su felicidad.
Le encanta llegar a casa y encontrarse con su chica favorita.
T/n siempre se encarga de hacerla sentir bien, no importa si su día fue bueno o malo, hay que mejorarlo para ella.

Sin embargo, el silencio se apoderó del ambiente.
Jennie caminó hacia el sofá con el ceño fruncido; a punto de hablar de nuevo se encontró con un cuerpo dormido en aquel sofá.

"Qué adorable" pensó.
El control remoto en el suelo, su mano colgando, cabello desordenado, labios levemente abierto... debía estar muy cansada.

Jennie comenzó a organizar en silencio y sonrió al ver como su novia sonreía en medio del sueño.
Se agachó para acariciar aquel rostro suavemente, sintiendo su mejilla calentita; de seguro había estado durmiendo apoyada ahí hace un rato.

No quería despertar a su novia, así que tomó una sábana y cubrió su cuerpo.
Besó su mejilla pero aquel roce de sus labios fue suficiente.

—Hola, hermosa —Sonrió. —¿Dormiste bien? 

—Llegaste~ 

—Así es —Soltó una risa.

—Ven, acuéstate conmigo —T/n le hizo espacio en el sofá. —Te he extrañado y quiero que me des cariñitos

Jennie sonrió y rápidamente se acostó.
T/n la cubrió con las sábanas para asegurarse de que también esté calentita.

—¿Estás cómoda?

—Bastante

La menor sonrió y recostó su cabeza en el pecho de Jennie, quien comenzó a besarla suavemente.

—Espero que hayas tenido un buen día, y que el de mañana sea mejor

El corfazón de Jennie comenzó a latir, sus mejillas tomando un suave color rojizo.
Le encanta sentirse amada.

—Fue muy bueno, pero ahora que estoy contigo es mejor —Murmuró. —Ahora sigue durmiendo, estaré aquí cuando despiertes

Tal y como lo dijo, T/n se había quedado dormida mientras decía eso.
No pudo evitar reír ante aquella escena, su novia es una dormilona.

—Te amo, T/n... —Sonrió una vez más, abrazando a aquella chica hermosa que la tiene perdidamente enamorada.