BlackPink y Tú

Ignorada

(intento de +18)

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Era casi de noche y recién terminaba el ramen que había preparado para mi misma.
Había puesto "Blackpink" en la TV y, de vez en cuando, miraba un momento mis redes sociales.

Miré mis mensajes y vi que mi novia, Jennie, aún no contestaba mi mensaje que decía "Amor, ven a casa".

Suspiré. 

Dejé de lado mi teléfono y seguí viendo el TV.
Luego de casi una hora, escuché como la puerta se abría.
Me levanté y fui a ver si mi novia finalmente había llegado.

Claramente si.
Dejó sus bolsas y aún no me había visto desde la puerta.

—Hi, Daddy~ —Tomé su brazo para abrazarla.

Sentí como se tensó y solo sacó su laptop de su maleta.

—¿Qué sucede? 

—Nada... —Murmuró y se sentó en la mesa. Me senté a su lado tratando de observar lo que hacía. 

—¿Puedes parar de una vez? —Tomó la laptop y se fue a la habitación, cerrando con fuerza. 

Seré honesta con ustedes.
Si hoy fuera un día cualquiera, estaría llorando como una tonta en el sofá.
Pero por alguna extraña razón, estoy malditamente caliente así que verla enojada no me ayudó ni un poco.

Esperé un poco y subí a la habitación.
Abrí lentamente la puerta, viendo que Jennie tenía la laptop en sus piernas.

Me quedé frente a ella observando si, tal vez, tenía alguna pizca de excitación igual que yo.
Pero fue en vano.
Así que hice lo que cualquiera de nosotras habría hecho.

Me desnudé por completo frente a sus ojos. 

Quité mis zapatos.

Nada.

Quité mi abrigo, dejando ver mi top deportivo.

Nada. 

Quedé en ropa interior frente a ella.

Nada.

—Alexa... —Miré el pequeño aparato. —Reproduce "earned it" 

La música comenzó a sonar y me dispuse a bailar.
A veces me gustaba bailar en el cuarto porque si, así que Jennie no sospecharía mucho.

Le di la espalda mientras bailaba.
Jugaba con mi ropa interior y con mi cabello. 

Sabía que me miraba.
Sentía su mirada. 

Me giré lentamente y pude ver como desvió la mirada a la laptop rápidamente.
Reí suavemente y quité mi top, haciendo que mis pechos reboten.
No tardó ni un segundo en mirarme.

Su boca era una perfecta 'O' y su mirada comenzaba a oscurecerse. 
Reí coqueta una vez más, el plan estaba saliendo bien.

La canción estaba por terminar, así que decidí no molestarla más.
Me quité las bragas y las lancé en su dirección.

Pero cuando me giré, choqué con ella y sus manos fueron a mi cintura. 

—¿Ya tengo tu atención~? 

Ni siquiera respondió y atacó mis labios.
Me sostuvo con fuerza y choqué contra la pared.
Sentía como ella intentaba dominar el beso. 

Pero para su sorpresa, o mejor dicho de ambas, logré empujarla y dejarla en medio de mis brazos.
Me separé del beso y quité su camisa tan rápido como pude.

Su mano acariciaba mi cuerpo y yo atacaba su cuello.
Dejé tantas marcas como quise... 

—Ups... —Desabroché su sostén con una sonrisa.

Continué acariciando mientras besaba su cuello.
Sus leves gemidos resonaban en mis oídos.
Si tan solo hubieran estado ahí, chicas, fue increíble... 

Desabroché su pantalón con agilidad y la empujé de nuevo contra la pared al ver que quería escapar.

—Quitate esto —Acaricié su ropa interior. —Ahora... —Pude ver como lo hacía sonrojada. —Buena chica~ 

Tomé su mano y la llevé hasta la cama.
Me senté encima, atacando sus labios.

—No me tortures más 

—Ten paciencia~ —Susurré dejando un camino de besos. 

Separé sus piernas y puse mi rostro entre ellas. 

—T/n, por favor~ 

Finalmente decidí darle placer y acerqué mi lengua a su cálida intimidad.
Comencé por darle una leve lamida para probar su amargo sabor y luego introduje mi lengua. 

Sus gemidos comenzaron a apoderarse de cada rincón de la casa.
Añadí un dedo al sentir como ella comenzaba a cerrar sus piernas.
Hablaba entre gemidos pidiendo más.

Añadí otro dedo y aumenté la velocidad.
Sus ojos rodaron hacia atrás y agarró con fuerza las sábanas.
Añadí un tercer dedo cuando sentí como comenzaba a apretarme. 

Eso la llevó al extremo porque, rápidamente, gritó mi nombre y me agarró del cabello, acercándome más a su intimidad.
Cerró sus piernas y comenzó a temblar mientras se recuperaba. 

Dejé mis dedos dentro de ella mientras reducía la velocidad y acerqué mi boca para probarla una vez más.
Quité mis dedos y los llevé a su boca, observando sus ojos mientras los chupaba.

Una vez estuvieron limpios, me acerqué a sus labios y dejé que mis manos viajaran por su cuerpo.
Amabas nos separamos y sonreímos, mientras yo acariciaba su cuerpo.

—Creo que debo ignorarte más seguido —Ambas reímos.

—Atrévete, perra