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Renjun soltó un estornudo al momento en que llego a la azotea, el clima estaba más frío de lo usual.

Decidió tomar asiento para después ver su celular. Entro a sus redes sociales pero no encontró nada nuevo. Fue a instagram y busco el perfil de Jaemin. Este tenía una buena cantidad de seguidores y ni se diga los corazones que sus imágenes adquirían.

A diferencia de Mark que tenía un poco menos de seguidores pero sus fotos se veían con más vida y color. A comparación de las serias fotos de Jaemin, la sonrisa de Mark sobresalía demasiado y hasta contestaba comentarios como si se trataran de sus fans.

Ni Jeno ni Jisung tenían una cuenta en la app, o al menos él no estaba enterado. Pensó unos instantes sobre hacerse una cuenta pero sabia que se sentiría muy presionado. Tener que salir perfecto en cada foto y ver como desconocidos en la app tenían mejor vida que él mediante posteaban, solo lo haria deprimirse.

─Volviste de nuevo. ─hablo Chenle apareciendo. Renjun apago su celular de inmediato.

─Quería descansar un rato.

─ ¿En mi lugar?

─Lo siento...

─Solo bromeaba, no es mi lugar. ─el menor tomó asiento─. Pero si Haechan te encontraba aquí te diría que es nuestro lugar, a veces venimos a fumar o a comer.

─ ¿Fuman seguido?

─Últimamente no lo hemos hecho, hace mucho viento y no tenemos tantas ganas.

─Deberías intentar otras cosas en vez de fumar, solo te hará daño.

Chenle asintió levemente actuando como si le importará para después mirarlo, cosa que hizo que el corazón de Renjun latiera a gran velocidad.

─Debería buscar otra adicción, ¿eso dices?

─No de esa manera.

─Algo que no me haga daño pero me siga distrayendo de mi realidad...─lo dijo para si mismo.

─Supongo que debería ser mala para que quieras olvidarla. ─Renjun comprendía el sentimiento.

─Mala no es, falsa si.

─ ¡Renjun oppa! ─grito una voz femenina.

Una tierna voz se escuchó a lo lejos y Renjun volteo. Ninguna chica lo había llamado oppa con una voz tan coqueta.

─Haechan tenía razón. ─susurro Chenle tan bajo que Renjun no lo escucho.

Unas cuatro chicas se colocaron frente a Renjun, todas actuando muy coquetas y tímidas. Una de ellas le extendió una pequeña caja llena de dulces y cartitas de amor.

─Por favor acepta mis sentimientos. ─dijo la chica mirándolo totalmente enamorada.

Renjun no supo que responder y menos si tenía a Chenle mirándolo en espera de alguna respuesta. Él negó la caja.

─No puedo aceptarlo, no estoy atraído hacia ti. ─dijo Renjun apenado─. No dudo que seas una maravillosa chica con un dulce corazón. Lamento no estar enamorado de ti.

─Entiendo. Yo-o me voy...─la chica totalmente decepcionada no pudo seguir ahí y salió corriendo, sus amigas la siguieron para apoyarla. Renjun se sintió tan mal.

─Te hubieras quedado con la caja. ─dijo Chenle con decepción─. Yo quería un dulce.

(...)

Cuando salieron de clases, Jeno le pidió a Jaemin que lo acompañara a su casa. Él asintió porque no quería ir a la suya, siempre que llegaba tenía que afrontar la soledad.

Jeno se encontraba sentado en su escritorio mientras buscaba información en internet sobre una tarea suya. Por otra parte, Jaemin estaba acostado en la cama con la mirada hacia el techo mientras lanzaba una pelota de tenis y la atrapaba en el aire una y otra vez.

─Es extraño. ─soltó Jeno de la nada─. Estas muy tranquilo hoy.

─No tengo que estar siempre haciendo algo. Soy un humano, no un animal.

─A este punto no creo que seas humano. ─en reacción el menor soltó una risa sin gracia─. Ya casi termino, espera un poco.

Jaemin se aburrió de la pelota y la lanzo en algún lugar de la habitación para después sentarse en la cama, cruzo sus piernas y miro a Jeno trabajando.

─ ¿Cuánto vas a tardar?

─Diez minutos.

Jaemin asintió para ponerse de pie, se aburría cuando Jeno se comportaba así.

─Me voy al bar de siempre.

─Jaemin, no deberías ir a ese tipo de lugares. ─le reclamo dejando la computadora para voltearlo a ver─. Es peligroso tener sexo con desconocidos, puedes contraer alguna infección o algo peor.

─ ¿Entonces con quien debería tener? ¿Contigo? ¿Otra vez? ─preguntó como si nada. Jeno trago en seco─. ¿O debo conseguir a alguien?

─Tómalo como quieras.

El menor lo miro sin ninguna expresión para después abrir la puerta, Jeno con desesperación se adelantó y se la cerró para no dejarlo ir.

─ ¿Quieres tener sexo conmigo? ─pregunto directo, como siempre─. Para eso accedí a acompañarte. Es la unica razón por la que siempre vengo aquí.

─ ¿No puedes esperar un poco? ─pregunto Jeno pero pareciera que estaba implorando que se quedara.

─Me aburre mirarte, necesito hacer algo.

─Dame unos segundos, mi trabajo se entrega mañana.

─No quiero.

Jeno maldijo para después tratar de llevarlo a la cama pero Jaemin seguía sin moverse de su posición.

─Cuenta hasta treinta y terminare.

─Es mucho.

─Son segundos, no minutos. ─imploro Jeno.

─Mejor hasta tres.

─Pero tres es muy po...

─Uno. ─susurro Jaemin mientras llevaba sus manos hasta el final del hoodie de Jeno y se divirtio con la tela para comenzar a deshacerse de ella─. Dos. ─ahora trato de quitarle la camisa y en cuestión de segundos lo logro, exponiendo el torso desnudo del mayor.

─No creo q...

─Tres.

Jaemin llevo sus labios hasta el cuello del mayor y comenzó a gobernarlo. Lo sentó en la cama de un empujón para quedar a horcajas de Jeno, devorando sus labios y restregándose contra su cuerpo para comenzar a excitarlo, como siempre haciéndolo suyo.

Al final Jaemin siempre se salía con la suya.

El club de los corazones rotos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora