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HACE AÑOS ATRAS

Golpe tras golpe se escuchó en todo el hogar. Se arropo con las cobija y se acostó de espalda contra la cama, mirando la pared de su cuarto e ignorando los golpes que solo dejarían memorias. Los gritos provenientes del sótano aumentaron y otro golpe sordo se escuchó con un grito de desesperación siguiéndole.

Jaemin no tuvo idea de cuando se había quedado dormido, pero si tuvo idea cuando despertó. Una voz familiar paso por sus oídos, deseándole una hermosa mañana. Abrió los ojos y diviso a la mujer parada frente a él con una vestimenta de mucama. Una mujer que conocía bastante bien.

─Querido Jaemin, la comida esta lista.

─ ¿Dónde esta mi mamá? ─fue lo primero que pregunto sin querer mirarla.

─ ¿De que habla...? ─volvió a preguntar luciendo desconcertada.

Jaemin tomo asiento en la cama para mirarla con seriedad, quería a su mamá. Noto que tenia moretones en sus brazos y cuello, gracias a los golpes de anoche que su padre le dio.

─Quiero ver a mi mamá. ─suplico con molestia─. Tu no eres mi mamá.

─No-o puedo hacer eso, ella-a...

Jaemin se levantó de su cama sin querer escuchar, deseaba no hacerlo. Deseaba ser sordo, mudo y ciego. Deseaba ni siquiera estar vivo.

Salió de su cuarto y bajo las escaleras hasta llegar a la sala de estar, en donde se podía escuchar el silencio ensordecedor. Un silencio que Jaemin aborrecía.

Camino con lentitud para después encontrarse una caja de tamaño mediana encima de la mesa con una nota. La tomo para después leerla, supo que era de su padre por la escritura.

"Feliz cumpleaños, disfrútalo pequeño"

Jaemin dejo la nota para enfocarse en la caja, rompió la cinta que la cubría para después abrirla. Metió la mano y descubrió que su padre le había regalado un arco de tiro profesional, de nuevo.

La tomo en manos para después admirarla como si fuera oro. Venia con algunas flechas incluidas y Jaemin las tomo de la caja. Su mirada fue hacia la ventana que daba vista al frío bosque detrás de su hogar.

No dudo en tomar un par de tenis que se encontraban en la entrada para colocárselos al igual que un suéter que se encontraba en el sofá. Unos pequeños pasos acelerados en las escaleras llamaron su atención.

─ ¡Nana, no puede salir! ─grito la mujer corriendo a él─. ¡No puedes! ¡Ella va a...!

─Volveré cuando regrese mi madre.

Cerro de un portazo y salió corriendo hasta adentrarse en el centro del bosque, en donde pequeños animalitos se encontraban viviendo pacíficamente. Escucho a los pájaros encima de él, volando de un árbol a otro y supo que llego a su lugar favorito.

Tomo una de las flechas para posicionarla en el arco, fijo su vista en el zorro encima de una roca. El animal miraba a su alrededor en busca del cazador pero Jaemin sabia esconderse con facilidad entre los árboles. Todo gracias a que su padre le enseño.

La flecha atravesó el cuello del zorro y este cayó muerto al suelo. Jaemin tomo otra flecha y la uso en otro zorro bebé que salió corriendo a la velocidad de la luz, la flecha se clavó en su estomago en cuestión de segundos, también matándolo.

Se acercó al primero zorro y le quito la flecha de su cuello para ayudarse a abrirle la columna vertebral. La sangre salió a gran cantidad y Jaemin busco su pulmón para arrancárselo del cuerpo con una mano, de igual manera sacando la tráquea conectada al pulmón.

Sin mas, trago en seco y llevo su boca hasta la carne del zorro para comenzar a devorarlo, rompiendo un trozo con todo y sangre. Mastico en su boca el pedazo jugoso de carne para después tragárselo, soltando un suspiro de satisfacción cuando sintió el calor pasando por su garganta.

Se moría de hambre, no había comido en dos días y su cuerpo exigía alimento. Era comer humano o animal, no hay de otra para él.

Volvió a darle otra mordida al cuello del zorro.

─Muy bien Jaemin, muy bien. ─escucho la voz de la mujer familiar detrás de él. Jaemin sintió escalofríos y su miedo creció en su pecho hasta extenderse por todo su cuerpo. Esa mujer que segundos atrás había sido una mucama, ahora se encontraba con diferente vestimenta y personalidad, una personalidad que siempre lo ha estado atormentado desde su nacimiento.

Jaemin volteo a verla con la boca manchada de sangre, gotas de esta bajaban por su cuello. Dejo caer el cuerpo muerto del zorro ante sus piernas.

─No-o, no-o...─susurro este al ser descubierto─. I-iba a-a...

─Escuche que estabas buscando a tu madre...otra vez.

Jaemin soltó un grito desgarrador cuando una de las flechas se clavo en su pierna hasta llegar al hueso. Sus ojos se llenaron de lágrimas que bajaron por su mejilla hasta caer en el cuerpo del zorro sin vida.

El club de los corazones rotos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora