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Renjun no se sentía bien a medida que avanzaban. El bosque desconocido era extenso mediante seguían adentrándose, la débil luz de la luna los iluminaba y el cielo estaba opacado, podría llover pronto pero deseaban que no fuera así.

─Date prisa. ─exigió Jeno pateando una de las rocas que estorbaban en su camino.

─Hago lo que puedo.

─No es suficiente. ─Renjun piso mal y sin querer cayó en la tierra, ensuciándose las manos y rodillas. Jeno rodo los ojos─. ¿Por qué eres tan idiota? ¿Acaso no tienes ojos o eres ciego? Levántate ahora mismo. ¡Que te levantes!

─ ¿¡Qué tanto están haciendo!? ─exclamo Jaemin iluminándolos con su celular por lo oscuro que estaba el camino─. Vienen muy gritones por allá atrás.

─ ¡Renjun es un idiota! ─le grito Jeno dejando a Renjun atrás, aun tirado en el suelo─. Solo le decía que tuviera más cuidado.

─No es cierto. ─contesto mientras lo apuntaba con su celular, Jeno entrecerró los ojos al sentir la luz en su cara─. No confió en las palabras que salen de tu boca.

─ ¿Y en las de Renjun si? ─pregunto bajando su celular y enfrentándolo.

─Menos en las de él.

Jaemin siguió guiándolos. Jeno soltó un suspiro sin creer su actitud, le dio una leve mirada al mayor para después seguir con el largo camino. Mark siendo el único que tenía algo de preocupación, trato de ayudar a Renjun a ponerse de pie con cuidado.

─ ¿Estas bien? ─pregunto Mark pasando su mano por la camisa del mayor para limpiar cualquier suciedad.

─ ¿No debería yo hacerte esa pregunta?

Mark aparto la mirada sintiéndose mal, le había causado un gran alboroto ayer. Pero recordó que sin Renjun, probablemente estaría muerto. Ese pequeño odio que tenía hacia él, disminuyo.

─Solo sigamos. No podemos perdernos por aquí y menos si la noche llega, es la hora favorita de lobo. ─le aconsejo Mark para después seguir caminando.

Renjun giro su cabeza a su alrededor. Solo encontraba arboles de gran altura que le daban vértigo tan solo mirarlos, cuando observo detrás de él, algo brillante llamo su atención. Muy a lo lejos, una cruz roja neón brillaba encima de una pequeña iglesia, le siguió y encontró algunas casas y hasta una tienda de conveniencia.

No se sorprendió, después de todo era un pequeño pueblito casi saliendo de Seúl. Apresuro el paso y cuando llegaron al final del bosque, una pequeña mansión les dio la bienvenida. La mansión se veía deteriorada y algunas partes del hogar tenían rastro de quemado o de polvo, el lugar daba un aspecto terrorífico y parecía que estaba a nada de derrumbarse.

─ ¿Es...aquí? ─preguntó Renjun en cuanto observo el macabro lugar.

─Johnny debe de llegar pronto, debemos preparar todo.

(...)

El timbre hizo eco en toda la casa. Mark tembló ante ese horrible sonido, observo la puerta principal y quiso salir corriendo. No tenía idea de lo que podía pasar esta noche y deseaba nunca saberlo, tenía miedo, demasiado.

No tuvo de otra, tomo el picaporte para después abrir la puerta. Un confuso Johnny se dejó ver, este viajo su mirada hacia dentro de la casa para después posarse en Mark, causándole una bonita sonrisa. Ni iba a cuestionar del hogar.

─Hola. ─saludo mientras se acomodaba sus lentes─. Veo que no me equivoque.

Las palabras quedaron atoradas en la garganta de Mark.

El club de los corazones rotos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora