•07•

780 107 122
                                    

YUQI

¿Cómo es que habían pasado dos cosas buenas el mismo día? Y lo mejor es que vinieron de la nada, y si era sincera, aún seguía sin ser muy consciente sobre lo que había pasado, pero sí que tenía una cosa clara. Sería un buen día, y eso nadie iba a borrármelo del rostro.

-Song...

Ni siquiera tú, pedazo de idiota me iba a arruinar el día, no señor. Estaba demasiado feliz como para dejar que algo lo cambiará.

-¿Qué necesitas?- Pregunté suavemente sin siquiera molestarme en levantar la cabeza del libro que estaba leyendo, muy interesante por cierto, pero claro, ni siquiera en la biblioteca podía librarme de él. Por lo menos Jeon no está aquí. Y eso era lo único que agradecía de que Yoongi viniera conmigo, que Jeon estaba a salvo de sus garras, por lo tomaría un poco de mi valioso tiempo para “escuchar” lo que tiene para decir, aunque ya todos sabemos porque ha venido conmigo -¿Quieres que te haga un taller?- Pregunté inocentemente. No tardando mucho en sentir su enorme mano sobre mi cabeza, apretándome el rostro con fuerza contra las páginas del libro.

-No te hagas la idiota ahora- Murmuró cerca de mi oído. Se oía claramente molesto, por lo que sabía, y por costumbre sé lo que venía. Ni siquiera me sobresalte cuando me levantó bruscamente de la silla donde estaba sentada, tomándome con fuerza por un brazo para que no fuera a escapar de él. Tranquilo, sabes perfectamente que no tengo la fuerza para hacerlo. Y es que si, Yoongi podría llegar perfectamente a triplicarme la fuerza con una sola de sus manos, por lo que sería peor si me resistía.

-Yuqi- Ambos tuvimos que detenernos de golpe cuando escuchamos la voz de Sooyoung desde su lugar habitual, lo que básicamente es, sentada al lado de la entrada, para poder estar pendiente de todo lo que pudiera pasar. Ahora no. Era una pésima idea que me hablará una chica y más cuando teníamos a Yoongi escuchando toda la conversación -¿Todo bien?- Estaba segura de que ella sabía lo que estaba pasando y de alguna manera estaba tratando de ayudarme de mi fatídico final. Sentí la mano sobre mi brazo apretarse con mucha más fuerza cuando me quedé callada. No ayudas orangután. De hecho, me contraje un poco por el dolor de mi brazo, y supongo que ella lo notó, porque no tardó nada en levantarse y acercarse hasta donde estábamos -¿Yuqi?

-Estoy bien- Respondí simplemente mientras movía suavemente mi brazo de un lado para el otro, como pidiéndole silenciosamente a Yoongi que le bajará un poco a su fuerza. ¿Qué no ves que estoy en los huesos? Pinche idiota esté, eso me dolía bastante, no tenía nada de grasa donde apretar por lo que una de sus manos era suficiente para abarcar todo lo que era mi brazo, y aún con el suéter puesto, no era suficiente para liberarme un poco del dolor.

-¿Segura?- Por favor no. Vi por entre la capucha como una delgada mano se estaba acercando a mi otro brazo, por lo que por instinto atiné a retroceder un par de pasos, aún cuando el agarré de Yoongi no me permitía mucho movimiento. Su mano se detuvo a medio camino al ver mi acción, y el idiota este se encargó de confirmar que nadie más, aparte de él, podía ponerme una mano encima, por lo que no fue una sorpresa ver cómo le daba un manotazo a la mano de la pobre chica para que no pudiera ni siquiera llegar a tocarme.

-Ha dicho que está bien, ¿Acaso no escuchas?- Es bruto por naturaleza. Sí que lo era porque para tratar de esa manera a alguien que de seguro era la primera vez que veía, debía tener un grave problema de ira, o a lo mejor su enojo de hoy estaba siendo mucho más grande que en otros casos -Vamos- Jaló con fuerza mi brazo, intentando nuevamente sacarme de la biblioteca, pero en vez de que Sooyoung se quedará quieta, que hubiera sido lo mejor, me tomo del otro brazo, haciendo que quedará en medio de los dos.

-¿Podrías dejar de tratarla como si fuera un objeto?- De seguro no puede, el solo ve a las mujeres como algo inerte. Por suerte parecía haberse quedado sin fuerza porque dejó mi brazo en paz, aunque no lo soltó del todo, si que le bajó un poco a su agarre, lo cual agradecí internamente -He escuchado hablar de ti, y veo que las personas no exageran cuando dicen que eres un animal- Madre de Dios, que ovarios. Decirle eso de frente solo podría causar dos cosas, o la insultaba y luego me llevaba a rastras fuera o en el peor de los casos la golpeaba y luego me llevaba a rastras fuera de la biblioteca. Si sabes que es agresivo no le digas esas cosas, será terrible.

WHAT I CAN'T SAY •SOQI•Where stories live. Discover now