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SOYEON

Había sido un lunes terrible, agitado y por sobre todo, muy doloroso, demasiado. Era la primera vez que sentía como una daga atravesaba mi corazón sin piedad, ni tiempo de reaccionar tuve para intentar defenderme mi débil órgano, no, la daga vino sin previo aviso y sin anestesia.

¿Pero quién me podía culpar? Nunca se me había pasado por la mente que vería a Yuqi y Elkie prácticamente teniendo sexo en uno de los baños del instituto, nadie me preparó, ni nadie me aviso de que algo así podría pasar y menos que llegaría tan rápido, es decir, me esperaba que Yuqi buscará a otras personas, pero enserio ya la había encontrado un día después de que yo la dejará.

Yuqi estaba siendo cruel al cambiarme tan rápido.

Venga que te lo mereces por lo que le hiciste, y muy en el fondo sabía que mi subconsciente tenía razón, me lo merecía por estúpida. No esperes que Song se quedé soltera de por vida solo porque le rompiste el corazón, ella misma te lo dijo, ¿Recuerdas? No es la única lesbiana en el mundo. No quería aceptarlo, pero era verdad, y ahora temía que las lesbianas empezarán a caer del cielo y todas fueran con Yuqi, porque yo sabía que ella era hermosa, podría llamar la atención de cualquiera.

-Estoy haciendo lo correcto- Y llevaba diciéndome las mismas palabras durante todo el día. Cuando llegué junto a Suga y le dijimos a sus amigos que estábamos saliendo oficialmente, cuando vi a Yuqi decaída por lo que se estaba hablando, seguí repitiéndome las mismas palabras para intentar auto consolarme.

-Hola hija- Solté un pequeño suspiro en cuanto escuché la voz de mi padre, había sido prácticamente obligada a visitarlo en el hospital por mi madre, tenía que llevarle algo de comida por lo que no tuve más opción que aceptar y una vez más estaba aquí en este triste lugar.

-Hola papá- Saludé mientras me acercaba y dejaba aquella canasta sobre sus piernas -Esto te lo manda mamá.

-Ow, gracias. Esto es mejor que la comida del hospital- Lo miré por unos segundos. Hay algo raro. Y lo supe por la manera en que estaba actuando y por la manera en que me había mirado en cuanto puse un pie dentro de la habitación.

Pero decidí quedarme en silencio en lo que él comía.

-¿Sabes?- Habló de repente, haciendo que le prestará atención -Estoy bastante indignado por lo que pasan ahora en las noticias, antes era muy diferente- Fruncí suavemente el ceño mientras llevaba mi mirada al televisor, estaba encendido, pero al parecer le había bajado todo el volumen -No dejan de hablar de las minorías, y esas estupideces.

Ah, ahora entiendo de qué va todo. Volví a mirarlo, y ahora parecía que quería asesinar al pobre televisor aún cuando no estaban pasando nada fuera de lo común, aunque he de suponer que antes de que llegará si habían pasado algo que no le gustó y por eso ahora estaba así.

-Nuevamente defendiendo a esos gays- Traté con todas mis fuerzas no soltar un suspiro de cansancio al oír por donde iban sus quejas -Están a nada de darles el permiso para casarse, es completamente estúpido que dos hombres puedan hacerlo, ¿Acaso no leen la biblia? Dice muy claramente que todos se van a ir al infierno- Y estoy segura de todos lo disfrutarán -Les gusta ir en contra de Dios, por eso recibirán su castigo tarde o temprano.

-Ya- Dije simplemente mientras miraba mis manos, sintiendo ahora como su mirada estaba puesta sobre mi cuerpo.  

-Lo que quiero decir es que ya sabes perfectamente que eso no está bien, no importa por donde se lo miré, Dios nunca los aceptará.

Curioso que ninguno busca que Dios lo acepte, ellos buscan que la sociedad los acepte.

-¿Cómo van a tener hijos?- Soltó con burla -No hay manera de que se les pueda llamar una familiar normal si no tienen hijos.

WHAT I CAN'T SAY •SOQI•Where stories live. Discover now