•36•

464 70 31
                                    

YUQI

Todo iba bien, y se supone que debería estar contenta porque dejaron de molestarme en el instituto, o algunos otros problemas se solucionaron, pero no. No estoy feliz, en lo absoluto, y la razón, pues la misma de siempre.

Maldigo el día en que me enamore de Jeon Soyeon, enserio, no puedo creer que no esté feliz por su culpa.

A ver, que esta vez no había hecho nada malo, es más, no había hecho nada, no sé qué demonios le paso, pero de un día para otro dejó de ser la Soyeon que yo conocía para convertirse en una chica completamente retraída, hasta parecía más nerd que antes, se la pasaba con Suga las 24 horas del día y apenas hablaba con otra persona que no fuera el orangután, ella simplemente vagaba en el instituto con su perrito faldero y ya.

Admito que no debí hacerlo, pero un par de veces intenté buscarla, si, soy idiota, lo sé, no me maten, pero es que me preocupaba bastante que actuará como otra persona, pensaba que podría ayudarla con algo, pero no, Suga se encargaba de mantenerme a metros de distancia, ni una sola vez me permitió acercármele, ni hablarle, lo que me hacía suponer que yo era el problema, de nuevo.

Si lo pensaba un poco podría llegar a la conclusión de que su padre se enteró de que tuvimos algo, y es que ese día nos sacó casi que a patadas con Lucas de su casa, así que debo suponer que esa es la razón, pues días después Soyeon volvió como otra persona.

Y por muy estúpido que sonará, yo quería ayudarla, bueno, no con su padre, porque yo no podía meterme en ese tema, pero si esperaba por lo menos poder animarla, vamos, se supone que me quiere, al menos debo servir para animarla con mis estupideces, pero ese fue otro de mis planes que fracasó.

Dudaba de que fuera a ir hoy a la fiesta esa, pero bueno, yo igualmente iría, de pronto encontraba algo que me pudiera distraer y dejar de pensar en ella.

-Eso duele, maldita salvaje- Solté un fuerte quejido antes de darle un golpe a Soojin por su poco tacto.

-¿Qué? No puedo meterlo- Se excusó mientras volvía a intentar ponerme un piercing en la ceja, el cual Shuhua amablemente me había regalado para que lo llevará hoy a la fiesta.

Y es que prácticamente me obligó a llevarlo porque hacía juego con el que ella tenía, así que, quería que tuviéramos algo en común.

-¿Qué tan difícil puede ser meter un maldito piercing?- Ya llevábamos un rato aquí esperando a que Soojin se dignara a hacer bien su trabajo, pero parece que está ciega y seguía haciéndome daño con el maldito coso ese.

-Mucho, no puedo cogerlo con mis uñas así- Me mostró sus enormes uñas, las cuales a duras penas lograban sujetar la pequeña argolla.

-La espalda de Shuhua debe estar destrozada- Dije en burla, ganándome un golpe de su parte -¿Qué? No puedes ser la activa con esas uñas.

-Son postizas cariño, solo me las puse para la fiesta de hoy.

Y yo seguía preguntándome si Soojin era amiga de media ciudad, porque se suponía que era una fiesta de solo estudiantes, pero la habían invitado, y claro, ella invitó a Shuhua, por lo que ahora seríamos tres en la fiesta, lo que me relajaba bastante pues no estaría sola.

-Supongamos que quieres tener sexo con Shuhua en la fiesta, ¿Qué vas a hacer con esa enormes cosas puestas?

-Cariño, las manos no son lo único que utilizó para hacerla feliz- Excelente punto Soojin, aprendes rápido.

Y hablando de aprender, me pareció bastante tierno y divertido a la vez la ocasión en que Shuhua vino a pedirme consejos sobre las relaciones sexuales entre dos mujeres. Pobrecita, no sabía nada del tema, fue bastante divertido burlarme de ella porque no sabía nada de nada y tenía miedo de que Soojin la dejará porque no sabía qué hacer.

WHAT I CAN'T SAY •SOQI•Where stories live. Discover now