Yo sé de amor

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Paso 2: Pregunta.

Muestra tu interés por esa persona al preguntarle algo que te gustaría averiguar sobre su ser. Recuerda siempre ser cortés y mostrar respeto. Que te mueva la curiosidad y no el morbo.

La luz del sol cubría poco más de la mitad del pasillo, provocando que los alumnos de segundo se mantuvieran pegados a la pared mientras esperaban a las afueras del laboratorio la indicación para entrar. Entre el bullicio característico de las escuelas y los alumnos en el pasillo, pudo diferenciar a su colocador recargado en la pared con los brazos cruzados mirando el campo de equitación. Era guapo, ante sus ojos demasiado guapo; poseía rasgos finos pero siempre se veía varonil, su cuerpo no era del tipo musculoso pero se notaba lo deportista que era. Le gustaba todo de él, desdé su personalidad similar hasta su complexión, cada parte de Shirabu Kenjirō era perfecta.

-Shimmm-una mano sobre su boca le impidió continuar.

-¿Qué intentas decirle?-le dijo el pelirrojo cerca de su oído.

-La pregunta.

-No es un buen momento-se pegaron a la pared después de ser empujados por algunos alumnos que corrían en el pasillo.

-¿Por qué no lo es?

-Bueno...

-¡Esto es tu culpa Tendō!

-Semi Semi es de mala educación ser tan ruidoso cuando eres invitado-ambos giraron para ver al creador del alboroto que se encontraba unos metros atrás aún en la puerta del laboratorio de cómputo.

Ushijima lo veía con alegría ya que los había estado ignorando toda la mañana, por su parte, su amigo tenía las manos cruzadas detrás de su nuca, su expresión seria se rompía con la burla brillando en sus grandes ojos.

-¡Somos invitados por tu culpa!-empezó a quejarse conforme avanzaba en su dirección-¡Si no hubieras hecho explotar la computadora, nuestro laboratorio seguiría abierto y estaríamos ahí, no aquí con los detestables alumnos de segundo!

Todos los presentes se quedaron callados, no era común escuchar que te dijieran detestable por tu grado en tu propio edificio.

De cerca parecía aún más enojado; aquello hizo que Ushijima se preguntara sí esa era la razón de su rechazo, mientras que en su "pareja" creció el deseo de molestarlo un poquito más.

-Semi Semi no seas escandaloso, avergüenzas a tus kōhais.

Su mano derecha poco a poco fue deshaciéndose del agarre, su dedo índice cumplió su frunció al estirarse en dirección a los alumnos con bata blanca. Rápidamente, cada ser vivo en ese pasillo concentró su atención en las mismas dos personas.

-¿Qué? ¡Por supuesto que no! ¡Taichi, Shirabu! ¡Dejen de esconderse y diganle que no los avergüenzo!-su atención y dirección cambió-¡Taichi no intentes huir! ¡Aún tienes clase, se responsable!

-Bueno Wakatoshi-kun es hora de volver a nuestro edificio-le dio una palmada en la espalda y retomó su camino-le preguntarás a tu chico más tarde.

Meditando en todo lo ocurrido, lo siguió, al pasar enfrente de sus kōhais pudo notar como Eita aún hablaba con ellos (aunque más bien parecía que los regañaba), Taichi parecía querer saltar por la ventana mientras Shirabu ponía total atención a su mayor y asentía a con su cabeza de vez en cuando. Fue educado bien, por lo que con alegría inconstantemente disimulada los saludó.

***

La tarde era agradable, sí bien aún hacía calor, era más tolerable que el día anterior.