04

378 36 43
                                    

Había llegado el otoño, todos los árboles que habían dentro de la mansión Agreste dejaron caer sus hojas creando colchones de ellas en donde Adrien corría y saltaba, de lejos lo supervisaba Nathalie bebiendo una taza de café, sentada en el juego de sillas de jardín, de a ratos revisaba su tableta y continuaba con el trabajo que forzadamente fue obligada a dejar.

─Mira Nathalie, un ángel de hojas─ río el chico señalando la figura que había hecho en el suelo

Ella solo sonrió y siguió tomando su café, el niño continúo corriendo un rato más y cuando se aburrió se acercó a la mujer, sentándose frente a ella.

─¿Pudo tomar chocolate?.

─¿Tu que crees?.

─¿Que si?─ le hace ojos de súplica

─Solo por hoy─ termina el cafe

─Eres la mejor─ sonríe

─Dile a Maryn que te prepare uno, ¿puedo volver a trabajar?─ el hace un puchero ─Por favor

─Ve, pero quiero que cenemos nuntos─ replicó

─Trato hecho.

Ella se levanta y se va con rapidez al atelier, cuando entro, Gabriel salto de su lugar, se había sentado en el escritorio y por el cansancio se quedó dormido, los últimos días trabajo en una colección muy importante.

─¿Por qué no va a dormir a su cuarto?, ya terminó los diseños, yo me encargo de que salga todo bien.

─No quiero acostarme─ se levanta y se estira

─¿Por qué no?.

─Tengo que seguir.

─Sobre esforzarte tanto no te va a servir de nada─ lo reto

─Trabar hasta el cansancio me evita pensar. . .no puedo seguir sin ella─ suspira

─Eso es algo que jamás podré entender, aunque duela debes seguir, estoy segura de que ella no querría que estes así.

─Me encantaría Nathalie, pero no puedo, ella era todo para mí.

El ambiente quedó en silencio, Nathalie se concentro en el trabajo y dejo que su jefe haga lo que tenga ganas, el hombre se la paso bostezando todo el rato, pero terco como solo el puede ser, continúo en su lugar sin moverse.

La noche Parisina cayó sobre las cabezas de todos, Nathalie hoy estaba algo cansada, hizo tres actividades al mismo tiempo y eso consumió la poca energía que tenía.

─¿Cenara aquí?.

─No, iré a la mesa.

La mujer asiente, se levanta y sale, va hacia la cocina, toma la comida que la cocinera dejo hecha antes de irse y la llevo hasta la mesa, allí ya estaba Adrien, la mujer le entrega su plato, acomoda el de su padre y se sienta frente al menor.

─¿No quieres cenar conmigo?─ preguntó viendo el rostro de la mujer

─Para nada, claro que quiero. . .

─¿Y por qué pareces enojada?.

─Trabaje mucho hoy, solo estoy cansada─ sonríe

En ese momento entro Gabriel, el niño se sorprendió y al mismo tiempo hizo una cara de molestía enorme.

─Nathalie está cansada por todo el trabajo que le das, quítale algo─ bufo amenazando con su tenedor para niños

─Bien, hoy te sales con la tuya, solo porque también estoy cansado de tanto trabajo─ replicó comiendo

Miraculous: 30 Year'sWhere stories live. Discover now