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Era de noche, Gabriel pensaba en la soledad de su habitación en la última palabra que Nathalie le dijo, ella se iba a casar, entonces era eso lo que Terrence hacia anoche, le estaba dando el anillo, nuevamente volvió a sentir una fuerte punzada en su corazón, odiaba ese sentimiento, no quería volver a sentirlo nunca más.

Molestó bajo para tomar una taza de té y calmar sus nervios, mientras esperaba que el agua llegará al punto de hervor, comenzó a escuchar algunos ruidos venir del cuarto de servicio, consternado se acercó a la puerta.

─¿Estás segura de esto?─ preguntó una voz masculina, luego se sienten más ruidos ─Podriamos perder el trabajó

─Me importa un bledo el trabajo─ contesto una voz femenina, aunque esa se sabía a quién pertenecía, luego se escuchan sonidos de besos ─¿No te gusta la adrenalina?

─Me encanta.

Envuelto en cólera Gabriel abre la puerta, en el cuarto de servicio destinado a los trabajadores de la mansión, se encontraban Nathalie y Terrence, la primera lucía un babydoll bastante corto, de color negro con transparencia sobre los hombros y el segundo estaba vestido de jeans y playera, ambos en tonos azules.

─Dios santo─ se gira y les da la espalda, el hombre tapa a la mujer ─¿Que hacen aquí así?─ ninguno contesta ─Nathalie que demonios te pasa, sabes que Adrien suele bajar de noche a la cocina, ¿y si era el quien los encontraba?

─Adrien está con Marinette, en una fiesta con sus compañeros, ¿por quién me toma?.

Terrence toma el abrigo que anteriormente Nathalie le había quitado y la cubre con el, ambos salen.

─De todas formas esto está mal, lo siento Terrence pero estás despedido─ hablo Gabriel alejándose y tomando su taza ─No puedo creer que hayas accedido a esto

─No puedes despedirlo.

─Tranquila, el tiene razón.

─No, no la tiene, ¿que quieres que haga Gabriel?, ¡vivo aquí!.

─Haz tus cosas en tu habitación, no en el resto de la casa.

─¿Discúlpame?─ Nathalie se acerca lo toma de un hombro y lo gira, ambos se miran fijo ─¿Fuiste tu el que me dijo que si venía podía hacer lo que quisiera o te olvidas?─ el contrario titubea pero no logra decir nada 

─No discutan por mí por favor, acepto que lo que hice estuvo mal, y no se preocupe, me iré.

─No─ lo interrumpió Gabriel ─La señorita Sancoeur tiene razón─ Nathalie aparta la mirada y siente su corazón latir con fuerza ─Olviden todo lo que dije, solo traten de que esto no se repita─ deja la taza en su lugar y se va

─Te dije que nos iban a atrapar─ la mujer se gira y lo mira, estaba enojada, muy enojada

─Lo odio, jamás baja de su habitación─ se cruza de brazos

─Tranquilizate─ la abraza ─O podrías hacer que un akuma se acerque

─Tienes razón─ lo besa

─Descansa, ¿si?─ besa su frente ─Te veo el lunes─ da un paso hacía atrás

─Te voy a extrañar. . .

─Y yo a ti.

Le lanza un beso y se escapa rápidamente por la puerta de servicio, Nathalie rebusna y decide ir a su habitación, aunque en el pasillo se encuentra a Gabriel nuevamente, sosteniendo a Osiris.

─¿Que haces con el?─ se lo quita

─Me atacó. . .

─Imposible.

Miraculous: 30 Year'sWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu