Miraculous: 30 Year's

26

Nathalie ataba su cabello en su característico rodete, siempre que estaba con Terrence lo pasaba muy bien, pero la estúpida confesión de Gabriel arruinó sus planes.

─Te noto pensativa desde que saliste a hablar con el señor Agreste, ¿estás segura que todo está bien?.

─Si─ se coloca el suéter ─Pensaba en la boda, ¿tienes que ser algo grande?

─Si cielo, es una tradición de la familia, sin fiesta es como no haberse casado─ se acerca y la besa ─¿Cómo puede algo tan pequeño preocupar a la mujer más hermosa e importante que tiene la ciudad?

─Bueno, una no se casa todos los días─ ríe

─¿Estás segura de querer casarte conmigo?.

─¿Por qué dices eso?.

─No lo sé Nathalie, estoy muy feliz contigo, pero siento que para ti nos saltamos etapas muy rápido.

─¿Insinuas que no te quiero?.

─No es eso, pero. . .¿recuerdas nuestra primera cita?─ ella asiente ─Te dije que quiero hacerte feliz y cumplire lo que dije, pero si tu no estás enamorada de mí quisiera saberlo

─Estoy enamorada de ti, ¿me crees capaz de fingir?.

─No, claro que no, pero seamos sinceros, empezamos a salir porque Bianca nos preciono a ambos.

─Nos dio el empujón que necesitábamos.

─Un empujón que tú podrías haber tomado sola hace tres años.

─Fui una tonta, lo admito, pero ya no─ toma su rostro ─No hay hombre que se comparte contigo, sería una verdadera tonta si no me caso contigo

Los dos se besan, Terrence termina de vestirse y escapa de la mansión antes de que alguien lo vea, Nathalie acomoda su traje y sale de su cuarto para retomar sus actividades, en la cocina se cruza con Adrien el cual estaba haciendo una video conferencia con su nueva novia.

─Veo que ustedes no pierden el tiempo─ comento al entrar en cuadro y viéndo como la chica sonreia y movía su mano ─Aprovechare este momento para pedir disculpas sobre cierta bufanda

─Ya le dije a Adrien que no era necesario, me diste el mejor regalo que una chica puede ver, que el estuviera contento porque su padre pensó en el era mucho mejor que decirle la verdad, no te culpo, de haberme molestado, yo misma me hubiera encargado de decir la verdad, después de todo firmo todo lo que confeccionó─ sonríe

─Eres afortunado─ Nathalie se sienta al lado del chico y este se ruboriza ─De todas formas lo siento, no debí quitar tu tarjeta del obsequio, si puedo hacer algo para compensarlo, lo haré encantada

─Bueno, este fin de semana habrá una cena familiar, me gustaría que pudiera convencer al señor Agreste de venir, y por supuesto usted no puede faltar.

La ejecutiva sintió como si el universo conspirara en su contra para mantenerla junto con Gabriel después de lo que pasó entre ellos, por abrir su boca ahora tendría que no solo hablarle sino que compartir todo un evento con el.

─Claro, yo me encargó─ fingió una sonrisa

─Muchisimas gracias, con esto olvidemos para siempre el asunto de la bufanda.

─Ten cuidado Marinette, una comete un error y se lo refriegan de por vida─ guiña un ojo, se levanta toma agua de la nevera y se va

─No sabía de la cena.

─Yo tampoco, solo quiero ayudar, no me puedo quedar de brazos cruzados después de lo que me contaste.

─¿Entonces harás una cena únicamente para tratar de juntarlos?.

─Ya me conoces rayito de sol─ guiña un ojo

─Eres la mejor, princesa─ la chica se asombra ante el apodo, solo una persona la solía llamar así, ante eso no pudo evitar pensar en la similitudes que hay entre Chat y su novio, si no tuvieran personalidades diferentes, ahora mismo creería que está hablando con su compañero de batallas ─Intuyo que mí padre no hablo con ella─ agregó sin darse cuenta de la sorpresa que se llevó la contraria

─Bueno, no debe ser fácil, Nathalie tiene novio tal vez la escucho hablando con él o algo que se lo impidió.

─Debemos separarlos antes de su boda y unirla con mí padre cuánto antes.

─¿Es lo correcto?.

─Claro que si Marinette, miranos a nosotros estuvimos con las personas equivocadas y fuimos infelices, tenemos que evitar que arruinen sus vidas.

─Espero que la cena funcione, mí abuelo cocina de maravilla y mí abuela es una gran casamentera, si falla, estamos pérdidos.

─No va a fallar, es un plan tuyo, tu siempre ganas─ sonríe

El chico toma la tableta y sube a su habitación, mientras tanto Nathalie toma fuerzas para ingresar al atelier, después de meditarlo entra, viendo cómo Gabriel estaba recargado sobre su nuevo escritorio, sin ánimos de nada, al verla se reincorporó y la miro fijo, ella únicamente le devolvió una mirada de desprecio.

─Marinette me solicitó que lo convencíera para ir a una cena familiar el fin de semana.

─No hace falta que insistas, dile que iré encantado.

─Bien─ se gira y atina a salir

─¡Espera!─ ella se frena ─No te vayas, tenemos que hablar, por favor

─¿De que quiere hablar?.

─¿Cómo puedes hacer como si nada?.

─¿De que habla?.

─Te expuse mís sentimientos, abrí mí corazón, y tu solo me insultaste y pretendes hacer como si nada paso.

─Es lo mejor, ¿que quieres que haga?─ lo mira ─¿Que vaya corriendo a tus brazos te diga que también te amo y que voy a dejar al pobre idiota que si prefirió elegirme a mí antes de obsesionarse con magia y dos adolescentes para traer a su esposa muerta?

─No lo sé, pensé que tú también me amabas.

─Te amaba Gabriel─ confesó también abriendo su corazón ─¿Por qué demonios crees que me puse ese broche roto para salvar tu estúpido trasero de un grupo de adolescentes?─ toma aire ─Siempre te ame y habría hecho lo que fuera para verte feliz, tu me pudiste olvidar pero yo pasé los últimos treinta años extrañandote y deseando volverte a ver, pensado como una idiota que tú también estarías igual por mí, ¡pero no!, rehiciste tu vida, te obsesionaste con tu mujer y ahora que por fin puedo seguir vienes a decirme esto─ sus ojos se cristalizan

─No era mí intención hacerte sentir así, solo creí que era conveniente que sepas lo que me pasa, fui un ciego, siempre te quise y no me di cuenta.

─Jamas me quisiste Gabriel, yo solo fui una compañía para ti─ llora ─Tu lo único que sabes hacer es arrastrar a los demás a tu sufrimiento, lo haces conmigo, lo hiciste con Adrien, y trataste con la ciudad, pero se acabó, yo soy feliz y no me importa el pasado que compartamos o tus sentimientos, me voy a casar, y espero que tu también puedas ser feliz aunque no sepas que signifique serlo─ abre la puerta y se va

Gabriel lanza su botella de whisky contra la pared y se larga a llorar, había sido tan idiota, jamás debió influenciarse por su hijo, ahora había perdido definitivamente toda oportunidad que tuviera, y lo peor de todo era que de ahora en más ya no podrían hacer como que nada paso entre ellos.