Una cura para el alma

9. Negación

Negación: del latín negatio. Acción y efecto de negar. Rechazo consciente o inconsciente de los hechos o la realidad de la situación. Es un mecanismo emocional de defensa mediante el cual evitamos reconocer que hay un problema, evitando así la ansiedad, la rabia, el dolor, y las situaciones frustrantes. Puede ser verbal u ocurrir con un determinado comportamiento, como el aislamiento y la apatía. Aparece en la segunda etapa del duelo, aunque no tiene por qué ser en ese orden.

***

Al día siguiente, a primera hora de la mañana y tal y como habían acordado, Jiang Cheng y Lan WangJi partieron del Embarcadero del Loto hacia El Reino Impuro. Qinghe era la región que estaba más lejos de Yunmeng, y tardarían varias horas en llegar aunque viajaran sobre sus espadas volando a gran velocidad.

Teniendo en cuenta que el trayecto era largo, los dos necesitarían parar para descansar al menos una vez, así que a mitad de camino se detuvieron en un pequeño pueblo y entraron en una posada para comer algo antes de retomar el viaje. Muy convenientemente y sabiendo de antemano lo que iba a ocurrir a continuación, se sentaron en una mesa discreta y apartada en un rincón del local. Los dos hombres poseían un físico excepcional y vestían ropas de categoría, por lo que enseguida se convirtieron en el blanco de todas las miradas y cuchicheos. Tanto hombres como mujeres los observaban pasmados, y al dueño de la posada le faltó tiempo para retirar a los camareros y acercarse a atenderlos él mismo en persona.

—¡Buenos días jóvenes amos!, es un honor poder servirles—exclamó efusivamente— ¿Qué les apetecería tomar?

Jiang Cheng y Lan WangJi echaron un vistazo rápido al menú y ordenaron algunos platos. El dueño de la posada tomó nota y se marchó a toda prisa para prepararlos. Aún faltaba un poco para que llegara la hora de comer, pero si todo salía según lo previsto llegarían a Qinghe por la tarde y no querían que la visita durara más tiempo del justo y necesario. Jiang Cheng fue el primero en hablar después de asegurarse de que ya no había nadie cerca.

—Espero que tengas razón y que él pueda ayudarnos —dijo antes de tomar un sorbo de su taza de té.

—No tenemos más opciones —indicó Lan WangJi.

—Lo sé, es solo que... no me gusta nada tener que acudir a él —dijo Jiang Cheng con voz grave y bajando el tono en la última frase.

El corazón de Jiang Cheng estaba lleno de cicatrices que cubrían las numerosas heridas emocionales sufridas a lo largo de su vida, y este tema le reabría varias de ellas. Conoció a Nie HuaiSang en La Profundidad de las Nubes, cuando los dos estudiaron allí siendo jóvenes, y durante mucho tiempo lo consideró su amigo. Sin embargo, desde el ataque de los Wen al Embarcadero del Loto los dos se distanciaran mucho, y con todo lo que ocurrió después su relación prácticamente se rompió.

Por si todo lo que ocurrió fuera poco, y a pesar de que no había pruebas fehacientes para demostrarlo, Nie HuaiSang parecía haber orquestado todos los sucesos desde la resurrección de Wei WuXian hasta la muerte de Jin GuangYao a manos de Lan XiChen. Entonces, y pese a que su relación parecía ser neutral, ¿cómo podía Jiang Cheng confiar en alguien que era capaz de urdir un plan similar?, ¿con esa astucia refinada y llena de frialdad? Nie HuaiSang no solo era un líder de secta, también había sido nombrado Cultivador Líder. ¿Cómo sería capaz de reaccionar si la secta Jiang hacía algo que no le gustaba?

Además, Jiang Cheng no solo debía proteger la secta a la que lideraba y a sus miembros, sino también a Jing Ling. Por eso, y con la ayuda de Lan XiChen, se estaba esforzando tanto en apoyar a su sobrino; precisamente para que no pareciera débil, o un blanco fácil a los ojos del mundo de la cultivación debido a su corta edad y falta de experiencia.