14. Superación

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Superación: acción y efecto de superar (del griego superare), vencer obstáculos o dificultades. A nivel emocional, es el proceso de transformación que motiva al ser humano para aprender de sus errores, y así convertirse en una mejor versión de sí mismo para alcanzar una vida plena y feliz. Entre sus numerosos beneficios se encuentran un mayor aprecio y calidad de vida, mejores relaciones interpersonales, autoconocimiento, autoestima y un mayor aprecio por la vida. Puede darse en cualquier etapa de la vida, sin importar la edad; no tiene límite, y requiere de una gran voluntad y trabajo diario, aunque sin duda los beneficios lo compensan de lejos.

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⚠️ ¡Advertencia! ⚠️

Si eres especialmente sensible a temas relacionados con el abuso y la explotación infantil, y aunque no entro en detalles, por favor, ¡no leas este capítulo!

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Los siguientes entrenamientos fueron, por fortuna, muy diferentes al primero. BaoShan SanRen seguía superando a Wei WuXian en todos los aspectos, pero al segundo mes él pudo empezar a defenderse de alguno de los ataques de su maestra.

—¿Lo ves sunzi?, ¡te dije que tienes lo que hay que tener para mejorar rápido! —gritó ella cuando Suibian consiguió detener por primera vez uno de los ataques de Shenghuo.

—Con este entrenamiento cualquiera mejoraría, ¡es eso o morir! —replicó Wei WuXian, saltando y dando vueltas entre árboles, rocas y arbustos.

Aunque BaoShan SanRen se contenía un poco, era una maestra severa e implacable que sabía llevarlo y mantenerlo al límite, tanto de sus fuerzas como de su tolerancia al dolor, y ese era un estado físico y mental muy difícil de aguantar. Lo atacaba con técnicas cuerpo a cuerpo, con talismanes impregnados de potentes hechizos, y con Shenghuo volando velozmente de un lado a otro.

Para Wei WuXian, las primeras semanas de entrenamiento fueron un círculo vicioso entre el sufrimiento y la recuperación. Si no hubiera sido por las atenciones de la médica, que lo curaba y le daba medicinas para aguantar el dolor y ayudarlo a dormir, no habría superado ni el primer día. Un día entrenaba, y al siguiente la doctora lo visitaba para ayudarlo a reponerse. Y vuelta a empezar.

Si embargo, sus propios ánimos también tuvieron mucho que ver en el hecho de poder soportar todo aquello. Por un lado, estaba la felicidad de saber que estaba en la misma casa en la que vivió su madre, usando la misma cama, los mismos muebles, caminando por los mismos lugares donde ella dejó sus huellas... Y por otro, la extraña ilusión teñida de inquietud con la que esperaba poder ver a Lan WangJi al terminar esos tres meses.

A partir del segundo mes Wei WuXian empezó a mostrar signos de mejoría, y los entrenamientos se volvieron diarios. BaoShan SanRen abandonó temporalmente sus funciones como líder de la secta, y se dedicó a Wei WuXian en exclusiva, dejando la tutela y el adiestramiento de los discípulos más jóvenes o menos experimentados en manos de los que sí lo eran.

La relación de ambos como discípulo y maestra se fue fortaleciendo poco a poco después de trabajar juntos varias semanas, y se tornó mucho más familiar y cercana. Gracias a eso, Wei WuXian se sentía cómodo para poder hablar de todo aquello que le preocupaba, y no le importaba hacerlo entre golpes, bloqueos y estocadas. Los dos hablaban, o más bien gritaban a pleno pulmón, mientras BaoShan SanRen lo atacaba y él la rehuía como buenamente podía. Era un espectáculo digno de ver.

—¿Y si no quiere estar más conmigo?, ¿y si no hay forma de poder recuperar lo que teníamos? —chilló Wei WuXian una de las veces, casi sin aliento y esquivando varias acometidas de Shenghuo, que volaba por el aire rodeada de un resplandeciente halo de energía espiritual— ¡O peor!, ¿y si Lan Zhan llega a ser inmortal y yo no?, ¿y si...?

Una cura para el almaWhere stories live. Discover now