19. Amor

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Amor: del latín amor. Sentimiento intenso del ser humano y hacia otra persona que nos atrae, nos alegra, nos completa y nos da energía para comunicarnos, convivir y crear. Es una emoción de afecto, inclinación y entrega a alguien o a algo, que nos hace necesitar y buscar el encuentro y la unión con otro ser. El amor es, sin duda, un antídoto contra la depresión. Amar y ser amados produce alegría y bienestar físico y mental, y el amor de nuestra pareja, siempre que haya cariño, respeto y confianza, es la mejor medicina contra la depresión y la ansiedad.

***

Al día siguiente, Wei WuXian se despertó mucho más animado. Lan WangJi no estaba en la cama desde las cinco, como siempre, y se levantó para buscarlo. Al final lo encontró en la parte de atrás de la casa, de rodillas y limpiando ropa en un barreño con las mangas arremangadas.

—¡Buenos días, Lan Zhan!, ¿qué haces? —preguntó Wei WuXian con curiosidad, sujetando a Lan WangJi por los hombros desde atrás.

—Lavar —respondió Lan WangJi, con la ropa de Wei WuXian enjabonada en las manos.

—Ah no, de ninguna manera —se quejó Wei WuXian, poniéndose frente a Lan WangJi y arremangándose también—, es mi ropa y la lavaré yo.

—No importa.

—Llevas semanas haciéndolo casi todo, ¡déjame que al menos haga esto! —insistió Wei WuXian, y se arrodilló para meter las manos en el agua.

—Está bien, iré a por el desayuno —dijo Lan WangJi levantándose, y dejando que Wei WuXian siguiera con la colada.

—¡Tráeme un poco de esa sopa tan buena! —le pidió Wei WuXian.

—Mn —respondió Lan WangJi, y se marchó sonriendo hacia la cocina.

Cuando la ropa estuvo lavada y colgada, y el desayuno estuvo dispuesto en la mesa, los dos se sentaron para comer. Al terminar, Lan WangJi dijo:

—Tengo algo para ti.

—¿Ah sí, qué es? —preguntó Wei WuXian con curiosidad.

Lan WangJi sacó algo de su manga qiankun, y lo puso sobre la mesa: eran las dos cajas que Wei WuXian había visto en la tienda del vendedor de objetos de piedra. Lan WangJi había ido a comprarlas a escondidas el día anterior, poco antes de recibir la carta de Lan XiChen.

—¡Oh! —exclamó Wei WuXian con alegría, y se levantó para abrazar y dar un beso en la mejilla a Lan WangJi—, ¡muchas gracias Lan Zhan!, pero solo necesitaba una, ¿por qué compraste las dos?

—Te gustaban, y no llegaste a decidirte solo por una —respondió Lan WangJi.

—Cuando se trata de dinero y de malcriarme no tienes medida... —dijo Wei WuXian con una amplia sonrisa y negando con la cabeza— pero resulta que yo también tengo algo para ti.

Wei WuXian se levantó y se acercó a uno de los armarios. Al volver llevaba algo en la mano, y también lo puso sobre la mesa: era una cantidad respetable de dinero.

—¿Y esto? —preguntó Lan WangJi elevando las cejas.

—Fui solo a una cacería nocturna, aunque ya te habrás dado cuenta por el polvo y la suciedad de mi ropa —explicó Wei WuXian con un poco de timidez.

—¿A qué te enfrentaste?

—A un Jiangshi (1) bastante problemático, pero al final pude vencerlo y la gente de los alrededores me recompensó bien.

Haberse enfrentado a un Jiangshi sin ayuda era digno de admirar, y eso era prueba suficiente de lo fuerte que se había vuelto Wei WuXian. Además, al fin y al cabo, ese tipo de criaturas eran su especialidad, nadie podía subyugarlas como él, y más después de haber podido encontrar el equilibrio entre la cultivación tradicional y la demoníaca gracias a la ayuda de BaoShan SanRen.

Una cura para el almaUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum