I WANNA BE A DAD» jjk

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Kang-ryul

Hoy desperté radiante, me siento mucho mejor y nunca estuve tan feliz de no tener náuseas, lo que significa que estoy caminando por toda la casa solo usando mis leggings deportivos y mi blusa, se nota mi embarazo y eso parece que le bendice la mirada a Jungkook pues se acerca a trotecitos a saludarlo.

Ya se hizo costumbre eso, no le importa que no pueda escucharlo todavía, se conforma con saludarlo.

—Hoy tengo clase y vamos a bailar todos desde casa.

—Namjoon hyung viene de visita, bajaré en un momento por él— me avisa— ¿Te molesta?— niego, está bien.

—Yo empezaré en unos minutos y lo haré aquí en la sala ¿está bien? Solo usaré el espacio libre.

—Adelante.

Con ese permiso me voy hasta la habitación, traigo los pósters que siempre llevo a clase con los niños y en ellos están los movimientos que hacemos para movernos, los pego en la pared detrás de mi con la ayuda de Jungkook, por supuesto.

Él se va y yo me conecto con los niños, ellos al verme y ver el cartel se emocionan porque les gusta mucho bailar, así que les doy cinco minutos para que corran a cambiarse y empezar nuestra sesión de baile. Los padres se ven igual de risueños porque sus hijos son felices y eso es lo que más amo.

Acomodan sus cámaras, cada uno empieza a posicionarse frente a una pared y hay todo tipo de fondos coloridos, cada uno trae su ropita cómoda y es hora de empezar.

—¡Profesora!— me llama uno de los mayores— ¡Su cabello!

—Cierto, debo amarrarlo como todos— lo hago, tomo la liga en mi muñeca y lo ato en una coleta alta— listo, vamos a empezar.

Siempre dejo a los niños elegir la canción y hoy le toca a la nena de la que tanto hablo con Jungkook, ella, muy convenientemente elige una canción de las más viejas de BTS, bueno, ella no, su madre la ayuda a elegir porque la mujer es fanática.

Jungkook llega junto al mencionado y otros más que imagino no sabía que aparecerían, saludo cordial e imagino que sentirán nostalgia al escuchar una canción de hace años.

Cuando empezamos, no faltan las risas por los pasos que no les salen o los aplausos cuando todos lo hacen muy bien y coordinados conmigo, sin darnos cuenta pasan muchas otras canciones y las hemos bailado todas hasta agotarnos y todos caen rendidos en sus asientos, traigo la pizarra dónde previamente anoté la tarea para el próximo viernes, les explico cómo hacerla y los dejo escribirlo.

Mientras eso pasa, yo tomo unos mil litros de agua, moverse es más difícil pues me siento más pesada de lo normal.

—¿Cuando volveremos al salón de clases?— pregunta una de las niñas.

Todos se unen a ese cuestionamiento argumentando que extrañan ir y pasar el día, me duele el corazón escucharlos así, por lo que les prometo que la semana siguiente tendremos todas las clases en en salón.

La clase acaba y me despido de todos, corro a mi habitación, después de un tiempo decido que puedo ducharme y salgo al mismo tiempo de Jungkook, están en una de las habitaciones que si mal no recuerdo es su estudio personal.

—¿Ya terminaste?

—Si, les dije a los niños que la siguiente semana veremos clases en el salón ¿está bien eso? tengo una colega que siempre me ayuda con los niños, así que no tendré que hacer esfuerzo alguno.

Asiente, tranquilo.

—Si eso deseas, está bien.

—¿Está todo bien?— pregunto, le veo un poco decaído.

—Todo en orden, no te preocupes.