Un oscuro secreto

2K 244 350
                                    

Capítulo 09


—Dice que está muerto.

Jiraiya dejó de teclear el ordenador portátil con el que estaba trabajando para alzar el rostro y dirigirle una mirada cáustica a su empleado.

—¿Y te lo vas a creer? —espetó con crudeza—. No existe ningún acta de defunción a su nombre, ni se ha encontrado ningún cuerpo no identificado que coincida con la descripción de Uchiha Itachi. Es evidente que ese chico está intentando confundirte para que dejes de buscar a su hermano. Yo en su lugar haría lo mismo —ironizó retomando sus labores—. Después de todo sigue siendo un Uchiha, va a encubrir la verdad hasta el final.

—No estoy tan seguro —dudó Naruto torciendo el gesto. Recordaba la cara que había puesto Sasuke mientras hablaba de su hermano mayor y realmente no parecía estar fingiendo la rabia que transmitía su rostro—. A mi no me dio esa impresión.

—Déjame que te diga una cosa, chico —su jefe se alzó, bordeando la mesa de escritorio hasta quedar apoyado en ella con actitud relajada—, la especialidad de esa familia son las apariencias bien elaboradas, esconder la verdad, taparla con buenos actos que mantengan intacto el honor de su apellido, y ese amigo tuyo no es diferente a los demás —se cruzó de brazos pensativo—. ¿No conseguiste que te diera más información?

—No.

Por supuesto que había intentado indagar más en el asunto, y averiguar a qué se refería cuando afirmó que su hermano estaba muerto, pero Sasuke había adoptado un carácter evasivo y de rotundo mutismo, no dando en ningún momento su brazo a torcer.

—Lo intenté, pero en el momento en que comencé a hacerle preguntas se marchó como si le hubiera entrado un repentino picor de pulgas. Ha estado evitándome desde entonces.

—Oculta algo —dictaminó Jiraiya cada vez más convencido—. En ese caso continúa vigilándolo de cerca hasta que encuentres alguna prueba acusadora. Por mucho que la esconda, la verdad siempre sale a la luz.

Naruto cabeceó a regañadientes. Seguir de nuevo al bastardo no era algo que le entusiasmara, mucho menos después de haberlo tratado y conocido un poco más en profundidad. Pero por extraño que pareciera, y aunque la relación que mantenía con él no se podía clasificar ni siquiera como de amistad, le daba la impresión de que persiguiéndolo de nuevo traicionaba su confianza, por poca que hubiera, al poner en duda sus palabras.

Con un fatigoso suspiro, Naruto salió del despacho de su jefe y cruzó el gabinete de detectives hasta recepción. Si tenía que continuar vigilándolo era necesario tomar una serie de medidas de precaución para que no lo descubriera. Comenzando por cambiar de coche.

No tardó en encontrar a su compañero de oficio apoyado en el mostrador principal, abrumando con una de sus insustanciales conversaciones a la desafortunada recepcionista.

—¿Has pensado alguna vez en hacer un trío con dos hombres? —le preguntó Sai a la pobre Hinata, que roja de la vergüenza, ya no podía inclinar más el rostro hacia su pecho—. Leí en un libro que es la fantasía sexual más frecuente entre las mujeres de mediana edad, algo que realmente podrías utilizar contra tu timidez —sonrió—. Piensa que hay dos de todo y cuatro de algunas cosas. Al principio puede asustarte, sobre todo en el momento en que varios de tus orificios sean utilizados, pero no debes preocuparte, he leído que es sano usar más de uno a la vez. Lo que no tengo claro es si luego te puedes quedar muda...

—Sai-kun —reprochó la muchacha completamente avergonzada—. Yo no hago esas cosas. Soy una muchacha decente.

Sai parpadeó confuso.

8 SemanasWhere stories live. Discover now