El principio del fin

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Capítulo 15


Lentamente abrió los ojos y casi al instante tuvo que cerrarlos de nuevo con molestia. La fuerte luz del sol, brillante y cálida, que entraba por la ventana del dormitorio, iluminaba por completo el pequeño cubículo blanco y estéril en el que Sasuke se encontraba. Parpadeó repetidamente, intentando salir de su sopor, e inspeccionó nuevamente su entorno no reconociendo el lugar. A su derecha escuchó el rítmico pitido que emitía una máquina vital y no fue hasta que notó los cables y sensores conectados a su brazo que comprendió que los emitía él.

Sasuke intentó incorporarse sobre la cama, sintiéndose torpe y pesado, y un dolor lacerante le punzó en el hombro izquierdo, descubriendo que lo tenía vendado.

—¡Sasuke-kun!

Alzó la mirada al tiempo de descubrir el familiar rostro de su prometida sentada en un pequeño taburete próximo a la cama. Sus ojos verdes brillaban con una inusitada felicidad. Verdes, no azules, los ojos que él había esperado encontrar. La sonrisa de Sakura era amable y a su rostro rubicundo le acompañaba un gesto de fiel devoción de aquel que transmite amor y cariño. Rosado, no tostado, ni con tres marcas en cada mejilla, el semblante que él había anhelado divisar.

—Sakura.

—Gracias a dios que has despertado. Me tenías tan preocupada, habías perdido tanta sangre que yo por un momento pensé que... que tú no... —con fervor acunó una mano entre las suyas, besando tiernamente su palma—. Me alegro tanto de que estés bien. ¿Cómo te encuentras?

—¿Dónde estoy? —preguntó cerrando los ojos con pesadez. La cabeza le daba vueltas y le ardía la garganta.

—En el hospital. ¿No lo recuerdas?

El moreno negó lentamente con la cabeza.

—Los servicios sanitarios te trajeron hace dos días con un disparo de bala en el hombro izquierdo. Tenías una fuerte contusión en la cabeza y habías perdido mucha sangre, dios mío, todos los médicos pensaban que no saldrías vivo de la operación. Si la bala llega a impactar a penas dos centímetros más hacia la derecha te habría perforado el corazón.

El disparo, eso sí lo recordaba. Se encontraba en el despacho de su padre cuando este sacó del cajón una pistola y le disparó a sangre fría.

—Mi padre... —aventuró a preguntar.

—Tranquilo, todo está bien ahora. Ya no puede hacerte daño. Estás a salvo.

Sakura le mostró la portada del diario de Konoha en la que se podía leer claramente de titular; "Detenido el más alto capo de la mafia"

"Agentes de la policía de Konoha, en una operación conjunta con Suna, desarticulan un clan organizado dedicado a la extorsión de cargos públicos, cohecho, negociaciones ilegales y trafico de armas, así como varios asesinatos nunca antes resueltos. Fugaku Uchiha, cabecilla de la organización y a quien se le imputan delitos de homicidio y corrupción, ha sido detenido y pasado a disposición judicial. La policía no descarta que sea el autor material del asesinato del primogénito de sus hijos y primer heredero de la compañía; Uchiha Itachi, habiendo encontrado sus restos mortales enterrados a las afueras de Konoha. El dictamen del forense apunta una muerte por impacto de bala en el cráneo. Investigación criminal se encargará de comparar los casquillos de bala con los recientes encontrados en la compañía Uchiha, donde Fugaku intentó eliminar al segundo de sus hijos. Su pronostico es reservado, al igual que el de un detective de Konoha también implicado en la operación."

—¿Por qué no me dijiste nada? ¿Acaso pensabas solucionarlo todo tú sólo? —le reprochó Sakura sacudiendo la cabeza angustiada—. Siempre me mantienes al margen de todos tus asuntos, nunca me cuentas ninguno de tus problemas. Si yo lo hubiera sabido, si me hubieras dicho que tu padre era... —calló, resultaba demasiado doloroso utilizar la palabra asesino aún después de conocer todos los delitos que se le imputaban—. Podríamos haberlo resuelto juntos.

8 SemanasWhere stories live. Discover now