Aries Potter, quién diría que aquella loca y rarita chica era la hija mayor de los Potter. Cuándo tienes una pérdida importante y no tienes a nadie para apoyarte entras en la locura, por culpa de esa escacez de amor, de cariño, de una familia. Aries...
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Era la noche de Halloween en una casa del Valle de Godric's hollow donde se encontraba una familia de magos la cuál estaba siendo perseguida.
James Potter : era un chico alto, moreno, apuesto, tusaba gafas, con pelo era azabache y alborotado.
Lily Potter, de soltera Evans: Ella era una chica pelirroja de ojos verdes y sonrisa encantadora. Era guapísima, pero sobretodo, buena persona.
Aries Potter: era una perfecta fotocopia de su madre, excepto por su mirada, era igual que la de su padre pero con el color de Lily. Tenía apenas 4 años y era una chiquilla valiente e inteligente a su corta edad.
Harry Potter: un bebé de apenas 1 año, moreno de tez blanca y ojos verdes como los de su madre. A pesar de su corta edad demostraba su enorme carisma.
Juntos formaban la familia Potter pero eso no entraba en los planes de quien-tú-ya-sabes. Esa noche un hombre de túnica tan oscura como su alma entró a la casa arrasando con cada ser humano que encontraba...
-Aries, protege a tu hermano, papá y mamá os quieren, ser cautos y manteneros siempre juntos.
Entonces la puerta se abrió de golpe dejando ver al encapuchado.
-Aparta solo quiero al niño.
-No, matame a mí.
Un rayo de luz verde salió de la varita de este dejando a Lily muerta en el suelo.
-¡Mamá!
Aries sentía como miles de lágrimas salían de sus ojos y se colocó delante de la cuna de su hermano tapandolo con su diminuto cuerpo.
-¿Quieres seguir los pasos de tus padres pequeña?
-A él no lo matarás.
Otro haz de luz verde salió dando en el pequeño pecho de Aries la cuál ni se movió.
-¿Cómo es posible?
Lanzó otra maldición que hizo que la niña cayera al suelo pero segundos después se levantó.
-¡Deja en paz a mi familia!
Fue lo único que logro decir antes de perder la consiencia y caer al suelo. Voldemort había sido derrotado por Aries, no por Harry. La pelirroja abrió los ojos debilmente y pudo ver como unos ojos grises llorosos la observaba.
