Aries Potter, quién diría que aquella loca y rarita chica era la hija mayor de los Potter. Cuándo tienes una pérdida importante y no tienes a nadie para apoyarte entras en la locura, por culpa de esa escacez de amor, de cariño, de una familia. Aries...
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Iban caminando por las tiendas y comprando lo necesario. Todos observaban a la chica, pues a decir verdad su aspecto no era del todo normal, ya que la carne reflejaba la locura interior.
-¿Y ahora que hay que comprar, barbitas?
Igor la miró molesto por el apodo que le había puesto y sin poder evitarlo soltó una risa al igual que Aries.
-Tu uniforme escolar.
-¿No podré vestir como yo quiera?
-No, debes respetar la estética del colegio.
Aries se tapó los oídos al escuchar la palabra "debes".
-Yo no debo nada, estoy harta de tantas normas.
Igor la miró pues lo había dicho en tono serio y esta se encogió de hombros.
-Porfavor, solo eso.
-vale, pero el cabello si puedo llevarlo como quiera ¿verdad?
-Sí.
De la boca de aries salió una sonrisa y señaló una bruja estilista.
-Oh vamos.
-Porfis!!!! Estuve 10 años encerrada y mi pelo se desgastó mucho, solo quiero cortar mis puntas, además lo puedo pagar yo.
Igor la miró incrédulo.
-No tienes dinero.
Dijo seguro de sus palabras y al mirarla no estaba, giró la vista buscándola y la vió robando una cartera y regresó.
-¿Qué dijiste?
Con una sonrisa triunfante sacó todo el dinero y tiró la cartera. Igor la miró y sonrió, sería una gran alumna. Entraron primero a comprar el uniforme y luego al salón de belleza, donde se dió un baño y la sentaron en un sillón para elegir ropa mientras igor le ayudaba a elegir.
-Me gusta este. ¿Qué opinas?
-Prefiero el de allí
Después de un rato consiguieron elegir unos outfits más o menos normales y unos zapatos muy raros pero que Aries amaba. La estilista le cortó las puntas y le peló a capas, después de muchas súplicas consiguió que igor le dejase pintarse un poco las puntas, dijo que un color que no llame mucho la atención.
-El rosa.
Eligió sonriente sin que Igor la escuchara. Después de un rato ya estaba totalmente lista, con ropa nueva, su cabello rizado y pintado, tenía una manicura y una pedicura francesa. Había contratado el servicio vip pues había robado una gran cantidad de dinero.
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